Fin de semana - Marina (español)

02 - "Exploración".

N/A: segundo y último de esta historia. ¡Muchas gracias por leer!

Mientras casi todo el mundo estaba en la gigantesca piscina de la villa, Carina y Andy estaban en el interior de la casa sentadas en el sofá del salón hablando entre sí. Carina tenía sus piernas encima del regazo de Andy y ambas mujeres tenían en sus manos un vaso con mojito.

Maya, quien únicamente vestía con el bikini, hizo aparición en el salón haciendo un gesto inusual... Bishop estaba masajeándose con ambas manos sus propios pechos. Se detuvo de pie junto a Andy quien permanecía en el sofá.

—Andy. ¿Vamos a la piscina?

Preguntó Maya mirando a Andy e ignorando la presencia de Carina.

Maya estaba molesta con DeLuca por una tontería sin importancia que había sucedido pocas horas antes. Pero su orgullo era tan grande que no quería hablar con su mujer.

A Carina le llamó la atención la acción de Maya quien no dejaba de tocarse los pechos desde que llegó. Permaneció en silencio mientras observaba a Maya hablar con Andy.

—Iré en un rato, pero... —Respondió Andy mirando a Maya—. ¿Por qué te manoseas las tetas? ¿Tan caliente estás? —bromeó.

—Me duelen las tetas —informó sin más.

—Tal vez te diste un golpe en el trabajo —sugirió Andy.

—No lo recuerdo. Pero tengo la sensación de que mis tetas están duras. Mira, tócame esta parte...

Dijo Maya quien señaló una parte de su pecho y esperó a que Andy se pusiera de pie para que le tocase el pecho. Lógicamente lo dijo desde el respeto y la confianza que tenía con ella.

—No.

Interrumpió una calmada Carina quien cuidadosamente puso una pierna contra el pecho de Andy impidiéndola que se levantara incluso antes de que Andy pudiese reaccionar a la petición de Maya.

—Comprobar si tus pechos están o no duros es tarea que me corresponde a mí, a nadie más —dijo Carina mirando a Maya de manera neutra.

Maya resopló presa de incredulidad. No le quedó otro remedio que hablar con su mujer a pesar de no querer hacerlo.

—Madura Carina. Andy es como mi hermana. Le pido que me toque las tetas de manera inocente, no sexual.

Aclaró Maya todavía con sus manos apretándose los pechos.

—Lo sé, pero me da igual que Andy sea como tu hermana —dijo en un sereno tono de voz—. Si quieres una opinión sobre tus pechos, acude a tu mujer.

Andy se tomó con humor la situación y no quiso intervenir. No era la primera vez que ambas mujeres se comportaban de aquella manera frente a Andy.

Maya cambió de tema solamente para no continuar hablando con Carina.

—Andy... ¿Podemos ir ya a la piscina? Tengo mucho calor —dijo Maya mirando exclusivamente a Andy.

—Vale. Deja que me ponga el bikini y regreso.

Carina apartó sus piernas de encima de Andy para que esta última pudiese levantarse e irse.

Maya decidió esperar por Andy sentada en el mismo sofá donde estaba Carina. Pero entre ambas mujeres casi había un metro de distancia.

—Bambina... Si tanto te duele y crees que están más duros de lo normal, puedo examinar tus pechos.

Propuso una amable y cariñosa Carina quien dejó en el suelo el vaso con mojito para dejar libre sus manos.