Rein

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Me arrastré junto a mi silla hasta aproximarme lo más posible a mi mesilla de noche. Agarré el libro sobre esta, el cual estaba a punto de terminar. Lo abrí por donde estaba el marcapáginas y continué leyendo con tranquilidad. No había podido leer más de dos capítulos cuando las interrupciones comenzaron a aparecer. No era capaz de tranquilizarme por un rato, la necesidad de mi mente de no poder concentrarse en una sola cosa me abrumaba realmente, ya que, inconscientemente, me autoconvencía de mi incapacidad por no poder terminar nada sin tener algo más en la mente que me impida avanzar con ello. Viendo que se me hacía imposible continuar con el libro, decidí dejarlo de vuelta en la mesilla. Pensé que coger el móvil sería una mejor opción para entretenerme, por lo menos distraerme, de mi fastidiosa conciencia. Me levanté de la silla y me senté sobre la cama, aún teniendo la manta sobre mis hombros. 

Me incorporé un poco para alcanzar mi móvil y lo sujeté con ambas manos. Tenía poca batería, como de costumbre, pero no me importó en absoluto. Entré en las redes sociales por simple aburrimiento. Sin gana ni motivación alguna que me impulsara a hacer algo más productivo, mi concentración quedó fijada en la pantalla. Veía las fotos que publicaban en Instagram de gente de viaje, con su pareja, sus amigos, y por lo general, aparentemente felices. Por fuera permanecía callado, pero en mi mente nada dejaba de moverse. Pensamientos intrusivos, comparaciones. Continuaba pasando fotos de chicos con cuerpo perfecto, cara perfecta y tomándose fotos donde se mostraba su seguridad y autoestima, sin importarles lo que los demás pudieran opinar de ellos. 

Continué bajando sin pararme en ninguna foto en especial, hasta que vi a Rein, un chico de mi clase. Acababa de publicar una foto hace exactamente 12 minutos. No pude evitar quedarme mirando la fotografía. Aparecía de pie en la hierba en algún parque de la ciudad. Llevaba una camiseta negra de manga corta con el logo de ACDC, uno de mis grupos favoritos, y bueno, el suyo también. Unos pantalones oscuros, unas cadenas colgando de su cuello y un par de anillos en su mano derecha. Su pelo estaba peinado a la vez que revuelto por el viento. Su pelo castaño claro y sus ojos marrones hipnotizantes. Tenía sus manos metidas en los bolsillos y su cabeza ligeramente girada hacia la izquierda, lo cual era suficiente para mostrar su marcada mandíbula. Era perfecto. 

Recuerdo que llevamos en la misma clase desde los 10 años. Le gusta el baloncesto y el voleibol. Los animales, especialmente los perros, escuchar música, sobre todo rock, la lluvia y estar con amigos. Él me gusta, pero yo a él no. Nunca llegamos a tener una conversación decente, lo máximo que he hablado con él fue una disculpa por mi parte al chocarnos en el pasillo por no mirar al frente, lo que se convirtió desde entonces en el momento más vergonzoso de mi vida. Había intentado coincidir con Rein repetidas veces, pero todavía no logro entender si es el destino o el universo, que sea como sea, siempre hay algo que me impide a toda costa toparme con él, o quizás, es que el fondo sé que la fastidiaré. No era el más popular, pero a todas las chicas de su alrededor le gustaba, por lo que se fijase en mí se complicaría mucho más. 

Él ahora sale con Darcy, y quién querría que la preciosa pareja se separase. En realidad, hacen buena pareja, no puedo negarlo, pero aun así me sienta como si tuviera una espina clavada en el cuerpo. Odiaba a Darcy con mi toda mi alma, era irritante y muy creída.  

Volví a mirar la foto de Instagram y mis ojos se clavaron en los de Rein. Sabía que una ligera sonrisa se reflejaba en mi rostro. En un momento me imaginaba a él y a mí solos en cualquier lugar. Pensar eso hacía mi pecho arder, sin entender en totalidad el porqué, si sabía que únicamente eran ilusiones que más tarde me destruirían por dentro. Pero mis sentimientos por él eran reales, lo que más quiero es hacer esas ilusiones realidad. 

SakuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora