My jealous and possessive Friend °Kookv°

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Conteniendo la respiración, mis ojos no se apartan de él.

Joder.

Él era...es...

Taehyung.

El regresó...el en verdad está aquí.

Trago saliva, y sin esperar más recorro todo su cuerpo con mi mirada, empezando por su rostro.

Ese hermoso rostro que no veía hace más de ocho años, pero que justo ahora tengo la dicha de volver a ver frente a frente.

Esos ojos brillosos y tan parecidos al color de la miel, sus labios en forma de corazón que no dejan de mostrarme esa tierna sonrisa geométrica que me vuelven las mismas ganas de querer besarlo, como siempre había deseado poder hacerlo. Mis ojos bajan por su cuello, su pecho, y se quedan fijos en su cintura...cintura que me hace querer rodear con mis brazos y poder estrecharlo contra mí cuerpo.

¿Seguirá oliendo a vainilla?

Sus caderas tienen una curva de infarto. Está vestido con un suéter negro con las mangas arremangadas a la altura de los codos, y sus largas y firmes piernas están cubiertas con un pantalón de algodón. Todo negro y muy ceñido a su espectacular figura.

Cuando lleva una mano para acomodar algunos mechones sueltos que chocaron contra su rostro por el viento, me doy cuenta que éstas ahora eran de un tono gris oscuro. Lo cual lo hacía ver sumamente atractivo, y también resaltaba el tono acaramelado de su piel.

Tengo el pecho apretado y casi no puedo respirar.

Suelta una risita por mi estado de shock. Y yo solamente quisiera morder sus carnosos labios hasta dejarlos hinchados.

"Jeon Jungkook" no sabía cuánto extrañaba escucharlo llamarme así, hasta hoy" ¿Cuándo creciste tanto?" Sonríe mientras se acerca unos pasos más.

Su voz...

"¿Cuándo lo hiciste tú?" Sonrío divertido, ocultando las ganas de tirarme encima de él, y no soltarlo nunca más.

Vuelve a soltar una pequeña risa negando con la cabeza, y luego extiende sus brazos.

"Te quedarás tan solo parado ahí, ¿o me darás un abrazo?" No tardo ni un segundo en eliminar el poco espacio que nos separaba, y rodear su cálido cuerpo contra el mío.

Cierro los ojos y disfruto el momento. Apoya su rostro en mi pecho, mientras yo entierro el mío en el hueco entre su cuello y hombro.

Sonrío al persivir su suave olor a vainilla. Extrañaba ésto...

Lo extrañaba a él.

Al momento de separarnos sólo unos pocos centímetros, sus hermosos ojos se encuentran con los míos y me sonríe abiertamente, haciendo que nuevamente olvide como respirar.

"Pensé que huirias nada más verme" rompe el silencio y alzo una ceja.

"¿Debería de hacerlo?" Mis manos seguían rodeando su cuerpo, y mis ojos no se detenían de curiosear su bello rostro.

"No..." se relame los labios y juro que estoy muriendo por poder ser yo quien lo haga." Tenemos muchas cosas de que hablar. Espero que puedas darme la oportunidad de poder explicártelo todo."

Por su tono de voz pude reconocer la súplica en sus palabras. Era obvio que teníamos una charla pendiente, más bien varias.

Tenía tantas preguntas que hacerle.

Ocho años.

Ocho jodidos años sin saber nada de él.

¿Por qué se fue?