Capitulo 3

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Por fin llegamos a ese espantoso lugar sin cobertura. Baje del coche detrás de Nicolás que por lo visto se le había dormido la pierna de la forma de la que andaba, dimos la vuelta al coche hasta el maletero donde estaba mi madre intentando abrir la puerta del maletero que por lo visto se había quedado enganchada otra vez. -Mama apartate, le di una una patada a la pequeña cerradura haciéndola girar y abriendola de golpe y golpeando la mano de mi madre que la aparto rapidamente. -Ya... ¡esta!
Nicolás y yo cogemos las maletas sin decir nada, la mía pesaba bastante pero no le di bastante importancia, acto seguido me alejo y me despido de mi madre con la mano haciéndole saber que no quería estar allí, Nicolás en cambio se despidió de mi madre muy adecuadamente.
Mientras me alejaba Nicolás corría para alcanzarme en ese preciso momento alguien me tapa los ojos por detrás, -Nicolás, no estoy para bromas. En ese momento me di cuenta que no era Nicolás, era un aroma distinto, ese aroma a limón, solo podía ser de... Xavier! En ese momento solte las maletas dejandolas caer en el suelo sobre la llerba verde de verano, le decoji las manos y lo abraze muy fuerte, como el es mas alto que yo deje que me levantara un palmo del suelo.
-Hola Angelina! cuanto tiempo.
El me llama Angelina... es una historia muy larga historia que probablemente nunca cuente a nadie. -Bien, un poco agoviada de este calor. -Ya te digo en este punto tan alto hace mucho mas calor que en la ciudad, que coñazo pero bueno que le vamos hacer, bueno que le vamos ha hacer tendremos que disfrutar lo poco que queda del verano. Lo dijo con tono muy amable mientras me rodeaba con el brazo los ombros y me aplastaba contra los suyos varias veces asta dejarme un poco apachurrada, pero bueno. Me alejo unos pasos hacia atrás para recojer mi maleta de colgar color morada que me regalo mi abuela las navidades pasadas, se notaba que Xavier había venido corriendo porque al Corto lo veía unos 10 metros mas lejos que nosotros sin sus padres, seguramente sus padres no encontraban aparcamiento y han dejado al Corto y se han ido sin apenas despedirse. Ya estábamos los cuatro juntos caminando hacia aquella cabaña vieja, cuanto mas nos acercábamos más ganas me entraban de dar media vuelta y salir corriendo pero no podía hacerlo, no podía dejar a mis amigos tirados.
Cuando llegamos nos quedamos parados delante de aquella gigantesca puerta de madera abierta de par en par, entramos y nos colocamos en el centro de la sala central, esta idénticamente igual que el año anterior la habitacion de los chicos arriba y la de las chicas abajo, al lado de la habitación de las chicas aquel sofá roñoso que tanto odio, y los dos sofas mas cómodos a cada lado de la mesa que esta delante del sofa. Encima del sofá colgado había un corcho con las listas de grupos del año pasado, me quedo observando las un momento hasta que aparece Juanjo, el monitor principal de la acampada, rápidamente se acerca hacia nosotros con paso ligero. -Hola chicos cuanto tiempo, hos acordais de el planteamiento del año pasado?, si hos acorais o no es el mismo del año pasado, habitación de los chicos arriba y la de las chicas abajo. En ese momento le suena el teléfono, se disculpa y se va me despido de los chicos y me dirijo a mi habitación, estaba nerviosa de encontrarme a mis compañeras de habitación allí esperando a que llegara para observarme y poder de que hablar, gracias a Dios no estaban alli, directamente me instalo en mi antigua litera de arriba detrás de la puerta dejo mis cosas y salgo de la habitación.

LO QUE LA LLUVIA NO SE PUDO LLEVARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora