CAPÍTULO 4

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Los rayos del son entraban por la ventana que tenía en frente porque no había corrido la cortina la noche anterior, tenía tanto en que pensar que no se me ocurrió. 

Me dolía un poco la cabeza. 

Me senté en la cama dispuesta a comenzar hoy de nuevo, no podía dejar que la tristeza me venciera, porque había muchas cosas en juego.

No era fácil pensar con el dolor de cabeza que tenía además de mi cara algo hinchada por llorar tanto la noche anterior; apenas dormí unas horas, tal vez cuatro. No eran suficientes para estar preparada para lo que se venía hoy pero era todo lo que tenía no podía dejar que eso me afectara en lo absoluto. Hoy trataría de cambiar el ambiente tan oscuro que había entre Justin y yo.

Me levante y me dispuse a tomar una ducha, la cual rogaba que pudiese quitar los recuerdos y la tristeza de lo que había pasado ayer, pero eso era imposible. Después de tomar la ducha me sentí mucho mejor, pero el sueño y el cansancio que tenía no se iban.

Fui directo al gran closet que tenía en frente abrí la puerta y me sorprendí.

Dianna realmente se había esforzado en crearme una imagen si eso quería, había alrededor de 40 conjuntos de ropa para hombre, lo que me entristeció porque me hizo recordar cuando estaba en el orfanato y todos se burlaban de mí por mi vestimenta. Como quisiera ponerme un lindo vestido como los de las chicas de la televisión algún día.

De nuevo me enfrente al dilema de que me pondría, nada me llamaba la atención en absoluto así que tome tres conjuntos y los convine, intente que me gustara combinación, pero no resultaba; solo pensaba en hermosos vestidos y tacos que tal vez no llegue a usar.

Antes de bajar a desayunar me prepare psicológicamente para lo que pasaría hoy: Hoy era el ensayo de la coreografía, aunque yo no tenía mucha participación en ella debía estar allí y aprendérmela aunque estaba segura de que no saldría muy bien porque tengo dos pies izquierdos lo que suponía otro problema entre Justin y yo. No podía dejar que eso pasara de nuevo, en vez de arreglar las cosas las estaba empeorando.

Abrí la puerta y camine hasta la cocina, pensando cuidadosamente que diría y haría para evitar que Justin se molestase, lo que parecía imposible con su actitud y peor aún, tratándose de mí la persona a la que más odiaba en este lugar.

Llegue a la cocina pero no había nadie así que supuse que estarían en la estancia. Tampoco estaban allí.

Mire el reloj de péndulo que estaba en una esquina y vi que eran las ocho A.M. me preguntaba porque no había nadie desayunando, si se supone que hoy era la presentación deberían estar preparados para los últimos ensayos que eran los más difíciles, coreografía.

Me sentía mal por esperar a que los demás estuviesen listos para desayunar pero no había comido la noche anterior y de verdad tenía hambre.

No sabía muy bien donde estaba todo ya que jamás había tocado nada aquí así que me acerque a la alacena y busque algo para comer, encontré un paquete de galletas así que lo saque, abrí el paquete y saque una bolsa de galletas.

Tome un vaso y luego fui al refrigerador, llene el vaso de leche.

Estaba algo distraída pensando en que haría para arreglar las cosas entre Justin y yo, ya que después de todo ninguno de nosotros podría convivir sin explotar por mucho tiempo sin las cosas seguían así. Estaba tan distraída pensando en el indirectamente que volví a hacerlo, no escuche su voz hasta que me grito quede algo impactada por cómo me estaba hablando y solté el vaso que se quebró en cientos de pedacitos que cubrieron el suelo.

- ¡No me estas escuchando! ¿Quién te crees para ignorarme? ¡Ahora respóndeme de una maldita vez!- Sus manos se cerraban en puños y sus venas brotaban por sus brazos. Estaba realmente asustada y pensé que iba a golpearme, pero había algo que me preocupaba más que eso ¿Por qué se molestó esta vez, que hice?

INTRUSA-Justin Bieber y Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora