La verdadera historia de los dinosaurios.

Capitulo 6

– Y... ¿Donde crees que esta el guía? – dije

– Investigaré un poco por esta sección.

– ¿Cuanto tiempo tardaras, Rexi?

– Horas – dijo Rexi mientras suspiraba

– ¡¡¡Tanto tiempo!!! Bueno, paseare un poco por la biblioteca, que parece muy grande.

Y así era, además de ser grande la biblioteca estaba dispuesta de una manera muy rara. Las estanterías de altura kilométrica parecían edificios, a pesar de que los libros, extrañamente, estaban a mi escala.

Empecé mi aventura por las “calles" de la biblioteca, pues debido a su tamaño creó que pueden ser mencionadas como tal. Extrañamente la biblioteca estaba vacía, digo extrañamente pues esta especie... ¿animal? ¿de seres vivos? Como sea, esa especie parecía sofisticada, y pensé que utilizarían más las bibliotecas y no que se usasen de adorno, como en mi planeta.

A lo lejos vi una criatura, de tamaño de un perro, uno pequeño, aunque igual era del tamaño de un gato, no lo recuerdo muy bien; la cuestión es que allí había un animal. Me acerqué y pude comprobar que tenía piel y pelo y no escamas, eso me sirvió para comprobar que, efectivamente, no era un dinosaurio, sino que era un mamífero.

Fui a tocarlo, pero cuando lo toqué se sobresaltó, me miró y salió corriendo. Yo lo seguí, me costaba pues iba muy rápido pero logré perseguirlo por varias “calles” pero lo perdí de vista...

Quise volver con Rexi, pero no supe por donde vine y no era capaz de encontrarlo. Empecé a ojear libros en una estantería cualquiera. Algunos trataban de máquinas que parecían antiguas, otros de la biología local y uno hablaba de una guerra... Bueno, hablaba, sólo veía los dibujos pues no entendía sus letras.

– Eso fue la guerra de las especies.

– ¿Eh? - dije yo, mirando a mi alrededor buscando a quien me estaba hablando.

– Aquí abajo.

Baje la mirada, era la criatura que había visto antes.

– ¿Guerra de las especies? - pregunté

– Si, al empezar la crisis Calcidan, la gente empezó a desconfiar, pues temían lo que le podia pasar al tener un futuro tan incierto. Las ciudades empezaron a formar ejércitos para protegerse pero con el tiempo sólo protegían a los más importantes. Por culpa de la desconfianza las ciudades se aislaron y las compañías de transporte dejaron de funcionar, los alimentos y bienes ya no circulaban y empezó una época de hambre. Los dinosaurios empezaron a buscar alimentos alternativos y nuestra especie empezó a verse afectada, pues empezamos a ser el alimento de los dinosaurios.
Nos vimos obligados a escondernos y así lo hicimos, entre los libros y estanterías de esta biblioteca. Ahora nos creen extintos.

– Y... ¿Que pasó después? Pues los dinosaurios avanzaron.

– Debido a la escasez de alimentos murió una gran parte de la población y sólo quedaron los vegetarianos que comían plantas, los ejércitos y algunas ciudades desaparecieron entre la arena y la tierra.

– ¿Cuando pasó todo eso?

– Hace milenios.

– ¿Y como es que lo sabes? - pregunté.

– Lo viví todo, mi especie suele vivir milenios... Tú no pareces un dinosaurio. ¿Que eres?

– Soy un humano, ¿y tu?

– Mi especie es conocida como Tsteln.

– ¡Ah! Una cosa, ¿viviste en la época del guía?

– Si, la viví, pero te aseguro que no se nada al respecto sobre el paradero del guía.

– Es muy importante que encuentre el guía. - dije con seriedad.

– La importancia de su búsqueda no hará que sepa donde se encuentra.

– Lo sé...

– Lo lamento.

– Bueno, da igual lo encontraré - dije con esperanzas.

– ... Debo marcharme, espero que cumplas tus planes.

Mientras miraba como desaparecía entre los libros caminaba por la biblioteca para ver que nueva sorpresa me deparaba este lugar.

Nota de autor: Lamento haber tardado tanto en publicar este capítulo pero me encontraba en el famoso bloqueo del escritor, pero ahora tengo nuevas ideas para el argumento.