Capitúlo 2

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Abriendo la puerta estaba ella con Jairo a su lado, yo sólo pude abrazarla y ver que estuviera bien.

- ¿Estás bien cachorra? -La puse detrás de mí, mirando a Jairo y él sólo me mostró una sonrisa, no lo soporto, es asqueroso, aún más que mi padre, pero claro, tenían que ser hermanos.

- Cálmate sobrina, la niña está bien -Miró a mi madre detrás de mí -¿Sigue con su paranoia? En serio que necesitas ayuda -Dijo mirándome.

-El único que necesita ayuda eres tú, eres asqueroso y no te quiero cerca de mi hermana, aléjate de ella -Dije gritándole.

-Emily tranquila, mi tío sólo me llevó a... -La interrumpí.

-A nada Lucía, no te metas -Ella sólo bajó la cabeza
-Lo siento cariño -Me agaché para abrazarla- sólo no salga de la casa -Le di un beso

-No entiendo por qué odias a nuestro tío, él es bueno -Me dijo y yo no supe que decirle.

-Tengo que irme cachorra -Le dije con una sonrisa fingida.
Me levanté viendo a mi madre como si nada, como puede ser que no confíe en mí, nunca ha creído en mí.

-Si quieres te llevo sobrina -Me dijo Jairo con una sonrisa, haciendo que lo mirara con repudio-Así podemos hablar.

-No tengo nada que hablar contigo, no entiendes que me das asco, que te odio...

-Emily! -Gritó mi padre, apareciendo en la escalera -Cada día estás más loca, no puedo creerlo, después de que Jairo hiciera todo por cuidarte, ahora lo tratas así, eres una malagradecida, ¿qué pasa contigo niña? -Me gritó

Sólo pude mirar alrededor y salir de ahí con las lágrimas al punto de salir, necesitaba despejarme, admito que Jairo era bueno conmigo, me cuidaba de mi padre y estuvo conmigo siempre, pero todo cambió cuando cumplí los 15 años, después de lo que me hizo, yo sólo podía odiarlo.

-Buen día señorita Emily -Luis el mayordomo de la casa me habló, alejándome de todo los recuerdo -Ahora mismo le busco su coche.

-Sí, gracias Luis -Le dije con la voz débil, esperé mi coche, escribiendo un mensaje a Jennifer para que salga, ya que en 5minutos estaría ahí.

-Esto no se va a quedar así sobrina -Sobresalté cuando sentí una mano en mi cara, viendo a Jairo con una sonrisa cínica -Te he advertido que no te metas conmigo, ni que trates de dañar mi imagen ante mi familia.

-No me toques -Lo empujé -Eres de lo peor, me repugnas -Exclamé con asco.
Se río de mí, una risa que me llevó al pasado haciendo que retrocediera -Eres tan linda cuando sacas tu carácter -Me dijo sonriendo y se fue.

-Aquí está señorita, que pase buenas -Me dijo Luis con una sonrisa amable sacándome de mis pensamientos

Yo subí a mi coche acelerando, encendí la música tratando de olvidarme de todo lo que tenga que ver con la familia "perfecta", un padre que sólo le importaba él y la apariencia, sin importarle su familia, una madre que está de lado de todos menos de el de su propia hija, un tío enfermo, un medio hermano, que se fue a estudiar lejos de nosotros, porque ya no soportaba a su padre y mi hermanita, que es una ternura, sólo pienso en cómo protegerla y que no le pase lo mismo que a mí.
Cuando llegué a la casa de mi mejor amiga, ella entró en el coche y me miró con diversión.

-Hola guapa -Me saludó - ¿Qué pasa Emily?  -Me preguntó viendo que no le respondía.

-Nada, ya sabes, la familia Johnson, la perfecta familia- rodé los ojos.
Ella me miró entendiendo que no quería hablar de eso, y aceleré yendo al instituto.

Llegando al instituto tuve que dejar todo de un lado, y concentrarme en mi reputación, con Jennifer a mi lado, entramos como siempre, con la cabeza en alto, ella era un poco más alta que yo, con su cabello rubio, ojos azules y cuerpo perfecto, porque sí, ella era perfecta, siendo un poco loca, rebelde y hermosa.
Yo por mi lado, también lo soy, con el pelo largo, pelirroja, los ojos color marrón claros, un poco bajita, inteligente y atractiva.

-Ya comenzará la clase, vamos al salón de clases -Le dije a Jennifer, pero ella me miró con sus ojitos triste -No faltaremos a clases Jennifer -Le dije y ella rodó los ojos con una sonrisa.

-De acuerdo, pero -No me gusta esos, pero nunca se sabe que se puede esperar de ella -en la noche habrá una fiesta por el inicio de nuestro último año, quiero que vayamos.

-No puedo, hoy llega mi hermano y tengo una cena familiar -Dije sin emoción, tenía 4 años sin ver a mi hermano, bueno medio hermano, ya que sólo es hijo de mi padre, se fue a estudiar para Chicago y viene a administrar los negocios de nuestro padre.

-Tu hermano? -Dijo emocionada -No puede ser, el chico más lindo.

-sólo lo has visto una sola vez y fue por fotos.

-Sí, pero es guapo.

-Te recuerdo que tienes novio amiga -Le dije divertida, yendo a clases.

-Sí, pero Gabriel no tiene que enterarse -Me dijo y como era de esperarse detrás de ella estaba él.

-Enterarme de qué amorcito?  -El rostro divertido
de mi amiga cambió, dando vueltas y envolviendo a su novio en un abrazo y besándolo.

-De nada cariño

-El me miró por arriba de sus hombros y yo sólo me encogí -De acuerdo -y volvió a besarla.

-Buen día clase -Entró Andrea, la profesora de matemáticas -Espero que les haya ido bien en las vacaciones. Todos asentimos.

-Emily -Me llamó Jennifer -Después de la cena, ven a la fiesta, porfis -Me hizo carita de perrito, no puede ser.

- ¿Te recuerdo lo qué pasó la última vez que fuimos a una fiesta? -Le dije arrugando las cejas.

-No te dejaré sola amiga, sólo ven y diviértete.

-Eso fue lo que me dijiste la otra vez, y desapareciste -Le dije levantando un poco la voz- ¡terminé en la estación de policías Jennifer -Ella sólo río

-Lo siento, pero sólo busco que te despejes un poco y te diviertas, vamos, no seas amargada Emily, así te enamoras- dijo sonriéndome con inocencia.

-Sabes que no es lo mío, no creo en el amor.

-Di que sí Emily, yo estaré con ustedes -Me dijo Gabriel.

-De acuerdo, veré si puedo ir -Dije poniendo a mi amiga feliz.

Llegó el receso, y bajamos para ir a la cafetería, nos sentamos en la mesa de siempre, donde todos nos querían hablar, pero nadie se atrevía.

-Y Gabriel? -Le pregunté a mi amiga

-Está con su equipo, pero no hablemos de él, cuéntame de tu hermano -Rodé los ojos.

-Todavía te interesa, seguro es un idiota al igual que su padre, siempre se ha parecido a él.

-No lo sabes Emily, las personas pueden cambiar -Me dijo frunciendo sus cejas.

-Las personas, pero los Johnson, no, no cambian, sólo empeoran.

-Tú también eres una Johnson y no eres así, eres todo lo contrario.

-Sabes, a veces pienso que es una maldición sobre los hombres de esta familia, es que no sé cómo definirlos, cada uno es peor que el otro si los comparas.

-Verás que tu hermano no es así, ten un poco de fe en él.

-tienes razón, vamos a clases ya.

Cuando íbamos entrando al salón, llegaron Gabriel y Nicolás por detrás todo sudado por el deporte y nos cargaron.

-Nicolás, suéltame, no seas imbécil -Le grité entre risas -Ya, bájame -Y así lo hizo, por otro lado, a mi amiga no le molestó eso porque estaba arriba de Gabriel comiéndoselo.

-Eso es asqueroso dijo Nicolás soltando una risa

-Nicolás es mi mejor amigo desde hace 3 años, siempre ha estado en mis peores tiempos, apoyándome y ayudándome en todo.

-Sólo tienes envidia de que Emily no te haga lo mismo -Dijo Jennifer ya en el piso con una sonrisa divertida, mi amigo rodó los ojos y yo me hice la que no entendí -Ya entremos.
Entramos y nos pusimos cada uno en nuestro lugar, esperando a que acabara este día de clases.
-
Ya la clases había acabado y me estaba dirigiendo a mi coche cuando Jennifer me alcanzó.

-No faltes a la fiesta -Me dijo Jennifer mientras cogía mi teléfono y tomaba una foto para nosotras dos, ella amaba hacer eso, me abrazó y se fue.
Me subí en mi coche y me fui a casa, sin quererlo, pero no podía escapar de esta, no si quería estar tranquila sin desatar la furia de mi padre, y no estaba de ánimo para eso.

CulpableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora