Cadenas de Ojos verdes

Cap. 3 Los Pats *Primera parte*

Una enorme conmoción se formaba en la entrada del edificio, formada tan solo por unos ojos verdes, que en este preciso momento eran empañados en lágrimas que corrían por las mejillas de Art, que lucía desolada, similar a una rosa marchita en su último suspiro.

Más la ayuda no tardó en llegar, y el chico de la coleta fue rápido a poscionarse a su lado, para después levantarla y cogerla al estilo princesa se la llevó consigo en dirección a una chica que le había despejado un camino al exterior a base de gritos, por el que cruzaban en este preciso momento.

Art, siguió llorando mientras la chica que los seguía intentaba consolarla, más todas las palabras que dijo no causaron efecto en ella.

-Alex...- dijo el de la coleta.

Ella dejó de sollozar un momento.

-¿Alex?

-Me mostraste el color de tus ojos- dijo Alex- un trato es un trato.

Ella sonrió feliz, y él hizo una mueca.

-Alex... No estes triste...- acto seguido cayó dormida.

-¿Triste?- dijo Alex extrañado.

-Hhhhmmm... con que las historias eran verdad- comenzó su compañera de escape.

-¿Qu..?

-Empatía, ella puede saber como te sientes.

-Pero ella nunca antes lo su...

-Llevaba estas gafas ¿no?- le mostró las gafas, que estaban intactas a pesar de la caida, y él asintió con la cabeza- estan hechas de un material especial, mira la lente- Alex la observó.

-Silfonita, un material especial para erradicar dones, probablemente lo...

-Llevaba para no ser descubierta, como es bastante impulsiva se habría desvelado su secreto rápido.

-Pues no le sirvió de mucho...¿Dejarías de interrumpirme por favor?- comenzó a molestarse y recuperar su semblante frío.

-No, y más te vale llevarte a tu noviecita un poco lejos, que ahora esto se va a llenar de quejas, espanto y blablabla, y tengo que encargarme de eso- corrió de vuelta al edificio de estudio.

-¡No es mi..!- se puso enfadado.

-¡Miriam Almen, curso 2 S!- y se fue corriendo.

Alex se resignó a pelear con ella, y decidió hacer lo que le dijo, irse a un lugar tranquilo a descansar junto con Art, quien seguía dormida aun después de los gritos.

Decidió adentrarse en el bosque y dirigirse al árbol gigante, donde podrían descansar en paz, comenzando a caminar rápido, llegando en poco tiempo al mismo.