Blues

Final

Nos acercamos a la pista y él toma mi cintura llevando su mano a mi espalda, mientras que yo poso mi mano en su hombro izquierdo y entrelazo mi mano derecha con la suya. Increíblemente puedo mover mis pies al mismo ritmo que él. Presiona un poco más sobre mi espalda y me acerca a él. Su mirada baja a la mía y Dios lo que daría por probar esa boca. Parece leerme la mente, porque baja su cara y sus labios están tan cerca de los míos que por un momento creo que va a besarme, pero la inclina levemente y se acerca a mi oído para susurrarme: "bailas muy bien, no sé por qué te negabas al principio". Por supuesto no quiero confesarle todo lo que causa en mí, así que solo le sonrío.

Después de un par de canciones me invita a sentarme a su mesa, está solo, claro él y su par de guardaespaldas que se quedan un poco más lejos de nosotros. Me muestra lo que está tomando y me ofrece una copa que acepto tímidamente, después de todo estar enfrente de Yong Hwa, mi ídolo por años, no es cualquier cosa. Dudo en decirle que sé quién es, que soy su fan y que me roba el corazón y el aliento cuando lo veo arriba en el escenario o en sus fotos. Pero algo en mi interior me dice que es mejor callar por el momento, estar sentada frente a él es más que suficiente.

Su plática es amena y yo no puedo menos que admirarle y reír con sus ocurrencias. Pienso que seguramente tendrá defectos, pero en este momento él es perfecto para mí.

Termina la velada, me despido de mis amigas y salimos rumbo a su hotel.

Recorro sus bíceps lentamente con un dedo, mientras pienso que mañana él nuevamente pertenecerá a sus miles de fans, quienes querrán estar cerca de él soñando con una oportunidad de conocerlo, de tomarse una foto junto a él. Sí, sé que mañana él ya no estará aquí. Pero eso será mañana. Hoy me permito disfrutar de tenerlo aquí, de estar entre sus brazos oyendo el palpitar de su corazón y su lenta respiración mientras duerme. 💙