Me tiene hipnotizada, su camisa blanca remangada hasta los codos, perfectamente planchada, en conjunto con un pantalón de vestir sin pinzas en color negro, y sus zapatos negros lustrados, brillantes. Baila al ritmo de la música de blues que una banda toca en vivo. Disfruta de cada nota, de cada compás, sin importarle que este bailando solo. Tengo unas ganas inmensas de acercarme y preguntarle "¿bailamos"?.