Capítulo 9

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Blair

—Así no vamos a llegar a ninguna parte— ¿cuántas veces habré podido escuchar la voz de Hunt decir eso desde que me monté en el coche?

Hunt se para enfrente mía justo donde están las escaleras, impidiéndome el paso hacia mi habitación. Me quedo de brazos cruzada esperando a que se le pase esto, observo sus labios moverse pero soy incapaz de escuchar.

Desvío mi mirada hacia la figura masculina que pasa por mi lado, Jackson. Pasa sobre Hunt y justo antes de desaparecer por las escaleras se gira y una sonrisa se apodera de su rostro.

Esta situación le hace demasiada gracia, me siento como una niña pequeña que es regañada por su padre.

—Basta— digo gritando provocando que se calle de inmediato, al parecer mi grito se ha escuchado por toda la casa pues veo el cuerpo de Jackson bajar por las escaleras con una mirada de curiosidad— Te he escuchado durante todo el trayecto decirme lo irresponsable que he sido. No estoy sorda lo he escuchado todas esas veces. Ahora, estoy cansada y me voy a la cama, buenas noches.

No me toma ni un segundo pasar a Hunt y comenzar a subir por las escaleras. Si hubiera esperado un solo segundo más me hubiese retenido, y estoy demasiado cansada como para soportar ninguna charla más, necesito descansar.

Mi cuerpo está agotado a pesar de no haber ejercitado fuertemente en el día de hoy, pero esto se debe a la tensión de hace apenas unas horas. Pero no solo es agotamiento físico, sino psicológico. Pensaba que sería más fácil, que estaría preparada para todo, pero estaba muy equivocada.

—Buenas noches.

—Buenas noches Jackson— digo justo antes de que cierre la puerta de su habitación.

No me toma mucho llegar hasta mi habitación pues es justo la puerta contigua a la suya. Enciendo las luces nada más entrar y al escuchar el portazo de la puerta me muevo por mi habitación en dirección al cuarto de baño, mientras me quito el abrigo dejándolo en el sofá que me pilla de paso.

Enciendo la ducha permitiendo que el agua comience a calentarse mientras poco a poco me voy quitando la ropa interior y los tacones que llevo.

Cuando veo la condensación que se forma en la ducha no me lo pienso dos veces y mis piernas se mueven hasta quedar en el chorro de la ducha. Llevo las manos a mi rostro sin importarme esparcir todo el maquillaje por mi cara.

Sé que puedo cumplir lo que me propuse, acabar con Alexander. Mi mente intentó al máximo evadir todo lo que puedo intentar pensar sobre lo que podría suceder a Kaiden, pero ha sido verle y sentir como si todo el mundo se me cayese encima.

Una punzada de dolor se posiciona en mi pecho al recordar esos ojos verdes. Cierro los ojos mientras permito llenar de aire mis pulmones mientras recuerdo esa intensidad de color predominar por mi mente. Pensé que era similar, pero me equivoqué de nuevo, la mirada de Kaiden y de Asher es exactamente igual.

Mis ojos comienzan a picar y a pesar de que no note las lágrimas caer por mi rostro debido a que están camufladas por el agua de la ducha, el escozor de los ojos es inevitable y me permite saber que estoy llorando. Jamás había estado separada de Asher durante tanto tiempo, nunca pensé que algo tan delicado y pequeño pudiese ser mi sustento para seguir estando en pie.

Una vez que consigo controlar mi respiración y siento como mi cuerpo comienza a relajarse cada vez más, salgo de la ducha. Envuelvo mi cuerpo en una toalla y nada más llegar hasta el lavabo busco toallitas desmaquillantes porque sin duda tengo el rostro un desastre.

No me toma mucho tiempo limpiar mi rostro y secar mi cuerpo, poniéndome un pijama y adentrándome en la cama.

Llevo las sábanas lo más arriba posible mientras que observo mi teléfono el cual me lo dejé sobre la mesita de noche. La tentación está ahí, delante mía, y la verdad no puedo evitarlo, sé que si no lo hago seré incapaz de dormir, así que cojo el móvil entre mis manos y abro el chat con Hunt.

Deseo OscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora