Capí1tulo

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Hua Cheng bajo la taza con café que estaba tomando mientras alzaba la mirada para encontrarse con la persona que estaba esperando.

Aquello se había vuelto casi una rutina.

Cualquier persona que pudiera notarlo probablemente lo tacharía de acosador.

Pero no podía simplemente ignorar aquellos sentimientos que sentía cada vez que lo observaba.

Lo había conocido por casualidad, aunque Hua Cheng no creía tanto en ello.

Ni siquiera sabía como se llamaba pero cada vez que lo observaba a través del ventanal de la cafetería, sentía como su corazón se aceleraba.

La imagen de aquel chico era casi celestial.

Una sonrisa apareció en sus labios cuando su mirada se encontró con la silueta del hermoso chico de la florería que había del otro lado de la calle.

Lo había visto por primera vez hace un mes atrás, lo recordaba muy bien.

Había sido una noche lluviosa en la cual por desgracia le había tocado caminar denuevo hasta su hogar ya que no había traído paraguas.

Su día tampoco había sido el mejor y honestamente ya no le importaba estar completamente empapado.

Pero no fue hasta que dejó de sentir aquellas gotas sobre él,  que alzó la mirada.

Una hermosa sonrisa fue lo que encontró primero, para luego hacerlo con unos ojos que juraba haber tenido el honor de haberlos visto en su anterior vida.

-No es buena idea permanecer bajo está lluvia por mucho tiempo -susurró el joven chico que estaba frente a él.

Hua Cheng observó como ese lindo chico sostenía un paraguas de color rojo mientras los cubría a ambos.

-Hay ocasiones en que hasta las cosas más simples dejan de tener importancia -contestó Hua Cheng vacilante.

Una suave risa llegó a sus oídos.

-Lo lamento -dijo el chico al vez que fue atrapado- No quise burlarme de ese pensamiento

-Entonces, ¿Qué piensas tú?

El chico frunció el ceño levemente como si estuviera pensando detenidamente sus palabras.

-Bueno... Yo pienso que si no sabes cual es el significado de tu vida, entonces puedes hacer de alguien ese sentido y usarla como una razón

Hua Cheng parpadeó sorprendido ante aquello.

¿De dónde había salido el chico?

Pero antes de siquiera tener la oportunidad de preguntarle su nombre el sonido de una bocina se escuchó llamando la atención del joven, quién sonrió a la persona que lo esperaba en el auto.

-Lo lamento -dijo el chico volviendo a fijar su atención a él- Debo irme, pero puedes quedarte con esto

Hua Cheng se sorprendio mientras el  joven le entregaba su paraguas rojo.

Era de cierto modo inservible dada su mojada condición pero algo en su interior le hizo ser incapaz de rechazar esa amable acción.

Sin decir nada lo tomó para luego murmurar un gracias pero para ese entonces el otro chico ya había comenzado a caminar en dirección contraria hacía aquel vehículo que lo esperaba.

Desde ese día, Hua Cheng acostumbro a visitar aquel parque dónde se habían encontrado por primera vez sin saber los motivos.

Tal vez para agradecerle, tal vez para saber su nombre.

Una Flor Esta Agradecida (Hualian Modern AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora