CAPÍTULO 1

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-Sthep, corre llegaremos tarde por tu culpa- escucho esa voz masculina muy por delante de mí. Trato de concentrarme en su armoniosa voz para seguir corriendo.

- ¡Espérame!- gritaba corriendo sin aire. Él no me iba a dejar sola, él nunca lo haría

-¡Apúrate! ¡Steph!- él se giro para mirarme un momento - ¡Steph! ¡Cuidado! ¡No lo hagas!- y de repente todo está oscuro.

-¡NO! ¡Suéltame! ¡Déjame en paz!- trato de zafarme de su agarre, pero es inútil, él es más fuerte que yo.

-¡Sólo quédate callada, nena! Tú sabes que yo soy rápido- odio su voz, ¡odio todo de él!

-¡Steph! ¿Qué haces? ¡Despierta! Sé que es sábado pero ya baja - escucho a lo lejos los gritos de mi madre.

-Oh no- murmuro - Maldito sueño- Despierto como todos los días, con la gran necesidad de no encontrármelo hoy, pero no, mi suerte no es así. Sólo basta que llegue la tarde y lo malo sucede.

-Hola Stephanie! ¿Cómo estás? - mi vecino era muy educado cuando estaba frente a mis padres, las dos familias eran tan unidas, pero el excedió la confianza, que se convirtió en una obsesión...

-Muy bien...- decía mientras tragaba mi saliva con dificultad, ya que sabía como iba a terminar ese día.

-¿Quieres pasar a comer? Tengo pastel del chocolate - pastel de chocolate, antes amaba ese pastel ahora lo odiaba, el pastel de chocolate se había convertido en el causante de mis largas noches de llanto.

-No tío, tengo tarea que hacer - "tío" era como mis padres me había acostumbrado a decirle a ese completo desconocido, no había tarea... pero sería capaz de inventármelas con tal de "no comer pastel de chocolate".

-Pero Steph es sábado tienes todo el domingo para hacer - esas palabras de mi padre.

-Si Stephanie... si quieres le digo a mi sobrino que llegará mañana a visitarme que te ayude, él es el mejor estudiante de su instituto- ¡No! ¡No! ¡No quería ir...! Quizás y su sobrino era igual que él.

-Ve Steph, así papá y yo salimos a distraernos un rato ¿qué te parece? - *Mami no me hagas esto* decía en mi mente.

-Está bien, pero no se demoren - Terminé aceptando mi dolor, parecía que ese era mi destino, ser el juguete sexual de mi "Tío".

Entré a esa casa, la que al principio era un lugar hermoso para jugar al escondite, ahora era peor que estar en el infierno...

-En la mesa está el pastel, siéntate, y espérame que voy a ver unos platos y otras cosas... - ¿otras cosas? ¿Ahora qué? ¿Otro "juguete"?.

Me senté y al segundo él ya estaba al lado mío, puso en la mesa los platos y comenzó a servir el pastel.

-¿Cómo te ha ido estos últimos días? No te he visto... ¿te has estado escondiendo? - ¡SI! ¡Estaba huyendo de él! Todos los días al irme al instituto el aparecía en la ventana de su cuarto... hace 2 semanas le había pedido a mi padre que dejara que yo me fuera en bus, ya no en el transporte escolar, así salía más temprano y él nunca me vería por su ventana...

- He estado bien - anoté, no quería poner un tema de conversación, quería salir corriendo atrás de mis padres y llorar, durante 2 años mi vida ha sido así...

-Qué respuesta para más fría - se me acercó - no debes ser así conmigo, sabes que nuestra relación es muy cercana... amigos muy cercanos- la forma en la que dijo "amigos muy cercanos" hizo que me estremeciera del asco... su voz de daba asco, sus manos, su cara, su cabello, ¡TODO!

-Ojalá no fueras mi vecino- dije eso sin pensarlo.

-¿Qué acabas de decir? Sabes que no me gusta cuando te pones terca, cuidado y les digo a tus padres lo que ví hace 2 años - otra vez me amenazaba con eso... 2 años...

<Hace 2 años>

-Vamos Stephanie no tengas miedo no dolerá- era mi novio no tenía por que mentirme, así fue como entramos a ese baño de esa tienda de la esquina del instituto, tenía 15 años y ya iba a tener mi primera experiencia sexual, ¿por qué lo hacía? Porque lo amaba o eso creía, no, en realidad lo hacía porque no sabía del mundo exterior, mis padres trabajaban todo el tiempo y nunca tenían tiempo para mí, ni para saber que tenia novio, nunca se los dije porque también les tenía miedo... mucho miedo, ellos eran muy serios y el hecho de que les contara sobre mi novio me daba miedo, sobre todo sabiendo que él tenía 22 años...

-Pero rápido, porque en una hora tengo que ir a mi casa, ¿este lugar es seguro?

-Sí es muy seguro ven sube aquí- me hizo subir a el mesón largo en donde estaban las lavacaras - ahora abre las piernas.

-Pero espera, ¿así tan fríamente? Yo pensaba que tendríamos que besarnos y dejarnos llevar...- que ingenua que era.

- Ahmm si claro- comenzó a besarme apasionadamente, más bien rápidamente, besó mi cara y al instante bajo a mi cuello, mis pechos, mi estómago, no me di cuenta que con sus manos estaba deshaciéndose de mi ropa interior... hasta que...

-Así que aquí estás Stephanie - era mi vecino quien hace 1 año vivía en la casa de al frente y trabajaba en esa tienda... ¡fui una tonta! ¡Cómo no me pude acordar que él trabajaba ahí! Sabiendo que se había vuelto tan cercano a mi familia, lo primero que pensé fue: ¡no! ¡Le dirá a mis padres! ¿Ahora qué haré? Así que comencé a decir palabras para excusarme y pedirle que no les dijera nada a mis padres.

-Tío... Tío, no es... lo que pasa... este... ahora... no pasa nada... él ya se iba... ehh... por favor tío no le digas nada a mis padres, por favor, eso los destrozaría y a mí me matarían. Te juro que no estábamos haciendo nada... lo juro... - en ese momento mi novio salió del baño, o intentó hacerlo ya que en la puerta de éste mi vecino lo detuvo.

-¿A dónde crees que vas muchacho? No dejarás sola a tu novia aquí... después de lo que yo he visto...- pero la reacción y la respuesta de mi novio fue lo que más me dolió.

-¿Novia? No señor, lamento decirle que se equivoca, ella no es mi novia, sólo una chica más, que si usted no hubiese llegado hubiese sido más interesante...

Me quedé impactada con esas palabras, ese chico sólo me estaba utilizando, aquella persona que yo llamaba "novio" no era lo que yo pensaba, sólo era un aprovechado más de la trampa de vicios llamada vida. Mi "novio" huyó y en ese momento fue cuando comenzó todo... la desgracia de mi vida...//

Ese día fue terrible, fue algo asqueroso... quizás ya estaba acostumbrada al dolor que causaba, quizás ya mi mente bloqueaba el dolor... sólo estaba ahí, mientras el procedía a jugar con mi cuerpo como se le antojara... no aguantaba el estar cerca de él, solo esperé a que terminara y regresar a mi casa a quitarme esa suciedad que sentía.

Eran las 5am y solo miraba por mi ventana... vi que un taxi llego a la casa de mi tío, a esa hora la poca luz no me dejaba ver bien, pero pude notar a un chico alto bajando de el carro, esperando a que el taxista bajara sus dos grandes maletas que estaban dentro del maletero, sólo miraba la espalda del chico, por un momento me sentí interesada, piernas largas, cuerpo fornido, cabello ni tan corto ni tan largo, músculos en sus brazos... el chico giró para pagarle al taxista, y fue cuando vi: un perfil perfecto, él arreglándose el cabello que parecía perfectamente tratado, le sonrió al taxista cuando aquel se fue, una sonrisa perfecta, dientes perfectos, labios perfectos, ¿chico perfecto? Todo iba bien hasta que desde la casa salió él, mi tío... lo recibió con un abrazo, ahora sabía que ese era el sobrino del cual habló y dijo que era inteligente, Oh si, un punto más a la perfección de ese chico, con quien nunca he hablado, ni siquiera lo había visto antes pero ya me había llamado la atención, excepto por su pequeña gran falla, él era el sobrino del hombre que no soportaba ver, y vino a mí una pregunta que antes sólo lo había pasado por mi cabeza como una opción sin importancia: ¿será que ese chico era igual a su tío?



Una Vida De MelodramaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora