𝑀𝒾𝓁𝒶𝑔𝓇𝑜 𝒟𝑒 𝒜𝓂𝑜𝓇 || ᶜʰᵒᶰᶤ

𝙵𝚒𝚟𝚎

Cheryl estaba en pijama preparándose el desayuno.

Toni: Todo se ve delicioso -aparecía a su lado.

Cheryl: Santo cielo -del susto se le cayeron las tostadas-Deja de hacer eso. Si vamos a vivir juntas tendrás que volverte visible todo el tiempo, no puedes seguir asustándome de esa manera.

Toni: Ok.

Cheryl: Segundo...si quieres despertarme hazlo de una manera normal, no tires floreros, ni te metas en mitad de mi cama.

Toni: Bien, ya no lo hare ¿Algo más?

Cheryl: Si, pasare por alto que me hayas espiado, solo porque si yo estuviera en tu situación habría hecho lo mismo.

Toni: Tu eres la primera persona que espié.

Cheryl: Antes de mi hubo cinco personas.

Toni: Nunca me había sentido tentada a hacerlo -Cheryl se sonrojo- Creo que si estuviera viva ahora mismo mi cara seria un tomate.

Cheryl: ¿Viste tener sexo a alguno de los arrendatarios? -comía su emparedado.

Toni: Tuve inquilinos que eran swingers, no quieres saber lo que he presenciado.

Cheryl: ¿Has tenido acción fantasmagórica? -le pregunto riendo.

Toni: Sigo soltera porque los night clubs para fantasmas lesbianas aun no abrieron, no están muy de moda.

Cheryl: Eres muy irónica.

Toni: Es lo único que me queda.

Cheryl: ¿Entonces que has hecho todo este tiempo?

Toni: Pasear por el departamento y morirme del aburrimiento -ambas rieron- ¿Qué vas a hacer hoy?

Cheryl: Buscare trabajo. Iré a cambiarme a la habitación, tú te quedas aquí.

Se fue al cuarto y Toni la esperaba sentada en la mesa.

Cheryl: Háblame, quiero asegurarme que estas ahí -se quitaba su pijama.

Toni: ¿Qué quieres que te diga? -le respondía desde la cocina.

Cheryl: No lo sé...canta algo.

Toni: No puedo, no tengo cuerdas vocales.

Cheryl: Entonces ¿Cómo hablas?

Toni: Buen punto ¿Qué trabajo piensas buscar?

Cheryl: El primero que aparezca -llegaba a la cocina- Hare lo que sea menos desnudarme.

Toni: Te vi quitarte la ropa, ganarías buen dinero -Cheryl la miro seria- Fue solo una opinión.

Cheryl: Volveré en unas horas, no toques nada.

Toni: Que graciosa.

Cheryl había recorrido toda la ciudad en busca de un empleo pero no había tenido suerte. Justo cuando estaba comprando una hamburguesa de soja en un puesto callejero su celular comenzó a sonar.

Cheryl: Hola V.

Verónica: Hola rojita, Betty esta conmigo ¿almorzamos?

Cheryl: Mmm de acuerdo ¿El bar de siempre?

Verónica: El mismo.

Cheryl: Bien, las veo ahí.

Le regalo su hamburguesa a un indigente que pasaba a su lado y luego tomo un taxi rumbo al bar.