El ultimo suspiro

14 5 2
                                    

1er capitulo
El comienzo del fin

Es una noche oscura, el miedo nos invade y el coronel ordena que tomemos nuestras posiciones, con manos temblorosas sostengo mi fusil y una gota de sudor resbala por todo mi cuerpo, un escalofrio penetra mi cuerpo y solo me pongo a pensar en mi futuro. Mis camaradas somnolientos y agotados sienten la precensia del enemigo, que sin pensarlo dos veces abren fuego sin parar, empieza un fatal intercambio de fuego. Con mi vista nublada no logro observar ningun objetivo y aprieto el gatillo con los ojos cerrados para ver si le atino a algo. El coronel ordena-tropas retirada!!!- pues los *patapilas* nos havian rodeado, veia como uno por uno de mis camaradas caía, por su patria, por su bandera y por su familia, pues si algo aprendimos en el cuartel es a ser fieles a la patria y *morir antes que esclavos vivir...*.

Salimos corriendo del fortin antes que el enemigo lograse tomarnos prisioneros, estaba acompañado de dos camaradas y el coronel. Vagamos en el desierto seco y frio toda la noche no sabiamos donde nos encontrabamos, y mi mente solo pensaba en el *oro azul* agua el coronel ordena descansar en los pies de un arbol, trato de dormir pero mi mente solo piensa en el destino que me esperaba que si iva a volver a casa o iva a sufrir el mismo destino de mis camaradas, trate de dormir pero no dehaba de pensar en las crudas imágenes que había presensiado en el fortín.

Llega el amanecer y muy temprano el coronel ordena que busquemos algun arroyo o una fuente de agua, obedecemos las ordenes y nos separamos yo me dirigo al oeste y mi otro camarada al sur y el otro al norte, como si fuera una alucinacion un gran arroyo de agua cristalina aparece frente mio como por arte de magia sin dudarlo me entro de golpe a la fria agua, siento una gran alivio y tomo centenares de agua, lleno mi botella y lavo la tierra y sangre que estaba en mi ropa. Salgo del agua y voy corriendo al lugar donde estaban mis camaradas y mi coronel pero en el suelo regando con su sangre el suelo estaba mi coronel tirado y unos metros mas halla uno de mis camaradas estaba tambien en el suelo agonizando de dolor, apoyo su cabeza en mis piernas y el con sus ultimas palabras me dice tartamudenado -c..a...ca..m..a..ra...da h..a.z..me u..n fa...vo..r y ma...t...ta.m...e- impactado con lo que me acababa de decir me negue totalmente y le dije-ten esperanza....- pero era demasiado tarde el ya havia muerto, me preguntaba donde estaba el otro, no le tome importancia y con un rostro de lamento y empapado de sangre de mis camaradas caidos continue mi camino en el seco chaco boliviano.

2do capitulo 
¿esperanza?
(DISCULPAS POR EL RETRASO PERO AHORA YA PRONTO SEGUIRÁ LA SERIE)

Precavido, voy por las malesas y ramas de los árboles, evitando todo contacto con el enemigo, tratando de buscar el fortín de donde habíamos huido, con un fuerte dolor de estómago debido al agua contaminada trato de sentarme para descansar en un tronco caído, pero fue grata la sorpresa que justamente atrás del tronco había encontrado una gran bolsa de suministros que los aviones los arrojaban como último recursos para nosotros los soldados, había de todo desde botellas de agua hasta cigarrillos, yo sabía que Dios me estaba ayudando y que jamás se separaria de mi, me puse a rezar y comencé a beber y comer lo que había. Llegó la noche un frío horrible invade todo mi cuerpo no se que hacer, por que si enciendo una fogata los *patapilas* sabrían mi ubicación y eso no sería nada bueno, pero depronto escucho un gran estruendo al parecer los bombarderos tierra-tierra bolivianos habían estado bombardeando toda la zona, rápidamente me fue corriendo pero no me di  cuenta y choque con una gran rama que me desmaye al momento.
Abro los ojos al parecer era de mañana escucho extrañas voces en otro idioma, creí  que eran los paraguayos que me habían capturado, estaba asustado así que me paré rápidamente cogi una piedra y trate de lanzarla al hombre que estaba al lado mío, el la esquivo con facilidad cuando me fijé bien en el hombre, era un originario de ahí trate de disculparme pero no entendía mi idioma lo acompañaban dos jóvenes más y un anciano semidesnudos armados con lanzas y flechas


El ultimo suspiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora