Capitulo II: My hogar

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Gyutaro se encontraba en la clase más baja del Barrio rojo un lugar que estaba entre la probeza extrema y la miseria.

Recostado en la barda se habia quedado dormido por el hambre y los golpes que habia resibido hasta casi matarlo por culpa de los aldeanos de su pueblo, su cuerpo luchaba desesperadamente por sobrevivir a pesar de solo tener 3 años.

Habia vuelto a ser ese niño desnutrido y sucio de pelo negro que tanto odiaba. En especial esas marcas de nacimiento.

el no recordaba lo que habia pasado anteriormente, solo tenia la imagen de su hermana muerta en brazos el cual el no reconocio y la verdad no le importaba mucho de quien se tratase

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el no recordaba lo que habia pasado anteriormente, solo tenia la imagen de su hermana muerta en brazos el cual el no reconocio y la verdad no le importaba mucho de quien se tratase.

El tomo su guadaña de mano con la que normalmente jugaba y cazaba insectos para poder comer, el regreso a su casa con la finalidad de pedirle comida a su mamá, pero esa fue la peor idea que pudo hacer, el camino hacia su casa aproximadamente unas 12 cuadras, el ya conocia casi todo el distrito rojo.

Su casa no era del todo bonita, de echo era fea. Las paredes de su casa eran de piedra, las cuales estas estaban llenas de grietas y el shoji tenia varios pedasos rotos.

Lo unico que iluminaba la parte de afuera de la casa era una lampara de aceite que estaba en la esquina de la casa. Entrando a su casa solo se podia apreciar un cuarto y algo que parecia ser el baño, Gyutaro se encontro con su madre la cual yacía en serca de una pared de la casa

– mamá ya llegue – dijo Gyutaro, Su madre lo observo sin decir nada, con una cara de desprecio como haciendose la pregunta ¿por que sigues vivo?

Gyutaro solo pudo sonreir mientras sacaba unas pocas monedas de sus bolsillos, el penso que el traer dinero la haria feliz, pero en vez de eso solo la lleno de ira a tal punto de levantarse y de una cachetada lo tumba al piso empezando a golpearlo a tal punto de casi matarlo nuevamente.

El pobre de Gyutaro no pudo hacer nada más que intentar cubrirse de los golpes y llorar con la esperanza de que pare.

Cuando por fin cesó, Gyotaro pudo descansar, su madre dormia en el suelo con unas mantas que ella tenia, ya era de noche y la habitacion era mas fria, gyutaro tenia mucha hambre, pero por suerte habia guardado algo de la comida que normalmente la gente le solia lanzar, no sabia del todo rico, pero por lo menos pudo quitarle el hambre.

Esto era algo que el pobre Gyutaro tenia que soportar casi diario. La pobresa, el maltrato, el hambre, el desprecio de las personas y de su propia madre.

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( Este Es El Boceto Busca El Nuevo) Kimetsu no Yaiba Dimensiónes Alternas:Donde viven las historias. Descúbrelo ahora