Estaba tranquilo, durmiendo de lo más agusto en quién sabe dónde pero le daba igual, estaba teniendo una de las peores resacas que le pudo haber dado en la vida y eso que esa había sido su segunda borrachera. Sábado es igual a día de "despejar" su mente en el bar para, en Domingo, no saber nada de nada ni nadie y es que el domingo es su descanso y, a eso señores, él le llama mantener la cordura durante el trabajo. Y a como es de egoísta la mañana, los rayos del sol golpearon su rostro para acerse notar un nuevo día.
-¡Maldito Sol! ¿¡Por qué no te matas y me dejas dormir, eh!?. -gritó molesto como si el sol le fuera a responder a su pregunta que más bien era exigencia y se volvió a tapar con una sábana. Tres... dos.. uno- ¿¡Dónde estoy!?. -cuestionó al momento en el que se levantó de golpe. Bien, en un principio le pareció que no era su departamento pero es que en ocasiones regresaba del trabajo y era como un guajolote, se dormía donde callera. En su primera borrachera, cayó rendido en la cama y te preguntarás ¿Eso que tiene de raro? Pues, al despertar, sintió que no estaba en un lugar familiar y eso lo alarmó al punto de acerce el dormido por si alguien llegaba, pero no fue así, en cambio, las ganas de ir al baño le ganaron y de mala gana se levantó, grande fue su sorpresa al ver que sus pies estaban en la cabecera de la cama, por eso se sentía raro y, ahora que lo recordaba, se sentía estúpido- ¡Por el amor a Kami, la cabeza me va a explotar!.
Estaba acostado en una cama para dos, pero he ahí su disgusto o más bien su pánico. No le había pasado nada malo eso era bueno pero, estaba en quién sabe dónde, en una cama y ¿¡Desnudo!? Rápidamente se volvió a la cama y se tapó, no era que fuese tímido o algo pero, una cosa era estar sobrio y despertar en una cama y otra muy diferente era despertar desnudo en una cama desconocida luego de haber tomado la noche anterior.
-¿Q-qué está pasando? -tartamudeó en un susurro. ¿Acaso su poca consiencia se tomó encerio lo de acostarse con cuanta prostituta se le atravesara? Y hablando de acostar, ¿Quién más estaba al otro extremo de la cama?. Cerró los ojos y lentamente giró la cabeza y comenzó a abrir los ojos... Y lo que temía, junto a él estaba ¿Un chico? No seguro una chica. Se le hacía familiar pero, no recordaba mucho de la noche anterior.
-¿Huh? -su contrario soltó un quejido, parecía que, al igual que el rubio, también odiaba las mañanas o eso quería creer Naruto. A como pudo la persona intentó despertarse pero el sueño fue más fuerte y, en cambio a lo planeado, se dió la vuelta y terminó abrazando al rubio. Naruto ya estaba más muerto que vivo y comenzó a ponerce rojo llegando al punto en el que Yuhaki se despertó de golpe por la calor que le estaba quemando medio rostro, el pecho y un brazo-. El pronóstico decía que hoy iba a llover -susurró de mala gana, aún estaba adormilado pero se percató del cuerpo que lo acompañaba-, buenos días bello durmiente. -saludó y se echó a reír pues, al parecer, su acompañante estaba más muerto que vivo.
-Yo, estoy... ¿Dónde está mi ropa? -preguntó tímido mientras escondía su rostro en la sábana- ... Buenos días.
-¿Qué sucede? -lo miró curioso- ¿Estás bien? -intentó destaparlo pero el rubio se aferró a la sábana- ¿De qué tienes pena? Ya nos bañamos juntos. -soltó Yuhaki con algo de descaro y comenzó a reír ¿Acaso era encerio cuando la gente dice "no me acuerdo" luego de ponerse hasta las petardas de alcohol?.
-¿Nos bañamos... ¡juntos!? -Naruto preguntó incredo de tal afirmación por parte del chico o chica, estaba tan nervioso que ya no sabía en qué pensar.
-Sí ¿Qué esperabas que pasara luego de que nos vomitaras encima? Además, necesito ahorrar agua, apenas y alcanzo lo de la renta y la comida. -informó, se levantó de la cama dejándose ver tal y como Dios lo trajo al mundo, desnudo.
-¡Madre mía! -gritó Naruto al ver en cueros al chico y se tapó la cara para no ver más de lo que ya había visto, espera... ¿¡Un chico!? Bien, ahora tenía una afirmación y era que necesitaba lentes y urgentemente- ¿Eres un hombre? -esa había sido una manera algo grosera de preguntar pero la información era demasiada por procesar con calma.
-¿Por qué te sorprende? -cuestionó divertido por las reacciones de Naruto, se le notaba mucho que era nuevo en ese tipo de situaciones-, de echo... Soy un doncel.
-¿Un qué? ¿Un doncel? -lo miró curioso- Disculpa a este ignorante pero ¿Qué es eso?.
-Un hombre con la capacidad de crear vida, en pocas palabras, soy un hombre que tiene la "oportunidad" de quedar embarazado. -informó Yuhaki.
-¿Embarazado? ¿Y por dónde qued...? ¡Oh!, ya entiendo -exclamó apenado, todo ese tema era nuevo para él, y es que en su niñez no se ocupó de nada más que estudiar para ser alguien de gran prestigio en la adultez, nunca se molestó en saber de lo que hacía o decían los demás, eran solo un obstáculo, una perdida de su tiempo para cumplir su sueño.
•~Mi Nuevo✦͙͙͙ Amor~•
Había pasado una hora desde aquella escena, habían salido para desayunar fuera, en un principio Yuhaki se había negado a tal invitación pero Naruto insistió pues quería agradecerle al chico por haberle cuidado esa noche.
-... ¿Naruto?. -Yuhaki tiró suavemente de la manga del traje de Naruto, éste le miró y solo le sonrió.
-¿Sucede algo?. -cuestionó divertido pues era la primera vez que salía con un chico vestido de chica y, al parecer también era la primera vez que el chico se vestía más afeminado.
-No, no pasa nada... -tartamudeó Yuhaki, apenas se estaban dando confianza pero el se sentía culpable, Naruto le contó sobre él, su matrimonio fallido, a lo que se dedica incluso su nombre y apellido. Y aunque en cierto modo Naruto sabía de su vida, él no lo recordaba.
-¿Quieres comer algo en especial?. -preguntó Naruto mientras bajaba la velocidad del carro.
-Lo que pidas está bien, no soy exigente con la comida... -sonrió tímido mientras recordaba las veces en las que solo vivía a base de agua pues en ocasiones no podía darse el lujo de comer las cinco comidas del día y no por nada estaba tan delgado, apenas se le empezaba a ver las costillas. Aquel recuerdo parecido más largo de lo que pensó pues sólo vió como Naruto le abría la puerta del coche para salir.
Entraron al restaurante y parecía que estaban hablando en otro idioma y, siendo sinceros él no entendía ni pío de lo que hablaba con la chica, sólo siguió al rubio y tomaron asiento. Un mesero se les acercó y les dió un menú a cada uno, luego de unos minutos el mesero volvió y para que la pareja pudiera pedir.
La mañana se les hizo tranquila ambos comían tranquilos, hasta que, por actitud de Naruto, su desayuno tranquilo se convirtió en una competencia por ver quién comía más. Eran las dos de la tarde y Naruto estaba que no podía más en cambio Yuhaki, él estaba feliz pues en su mente estaba la ilución de haber ganado algo por primera vez. Naruto dejó de comer para que su estómago pudiese digerir la comida y solo miraba como Yuhaki comía agusto.
-¿No quieres? -ofreció un poco de arroz a Naruto. El rubio se negó diciéndole que la comida viajó a la velocidad de la luz, que en un momento regresaba, a lo que Yuhaki se avergonzó por esa explicación tan explícita pero poco importó, él seguía comiendo.
Naruto se fue al baño y terminó vomitando todo lo que había comido ¿Cuándo fue la última vez que comió en exceso? No lo recordaba, a los trece tal vez, luego de saber que estaba enfermo y no podía comer en exceso pero, sólo ésta vez lo haría para darle confianza a su nuevo amigo.
•~Mi Nuevo✦͙͙͙ Amor~•
-Haré lo que sea necesario para que estemos juntos...
-Esto no es amor, ¡Te estás obsesionando!
-¡Mírame! ¿¡Tengo cara de que me importa!? ¡No!... ¡Ya me cansé de no tener mi final feliz!
-Tienes razón pero, ten encuenta que no eres tú...
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Mɪ Nᴜᴇᴠᴏ Aᴍᴏʀ
أدب الهواةNaruto Namikase Uzumaki, a los 18 años se caso con quien creía era el amor de su vida, Sakura Haruno. Menuda sorpresa cuando 4 años después la vida junto a su esposa se había convertido en un infierno, Sakura no dejaba de celar a Naruto y esto a él...