<<El bosque y lo que odio de el>>

340 35 4
                                    

Luego de que termináramos de comer, levantamos los trastes y mi madre los lavó.

Subí a mi habitación, me senté en la ventana y dirigí mi vista al bosque. A esta hora se ve tan oscuro, tan... sombrío. Escuché ruidos provenir del bosque, unos pájaros volaron de los arboles en los cuales estaban posados, luego se escucharon los aullidos de los lobos.

Malditos lobos. los odio.

Sentí que tocaron la puerta, y de paso entró Derek. Se sentó en la ventana, y al igual que yo empezó a observar el bosque.

Nos quedamos así durante mucho tiempo. Observando el bosque tan tranquilo, de repente interrumpidos por esos lobos.

(...)

Derek se fue a su habitación y yo me recosté en mi cama. Poco a poco mis ojos se fueron cerrando, hasta que no puede resistir mas y el sueño me invadió.

(...)

Me desperté de golpe, con mis mejillas mojadas con mis lágrimas. Por una maldita pesadilla con esos lobos. Me quedé mirando el techo hasta que alguien tocó la puerta y entró.

-Hola Derek- saludé

-Hola Ann- saludó

El se acercó a mi cama sentándose a los pies de ella, yo me senté junto a el.

-¿Qué sucede Derek?-

-Desde ahora en adelante mi padre y yo viviremos en este pueblo, así que... volveremos a ser como hermanos... será como antes-

-No todo...- susurré para que no me escuchara.

Al parecer me escuchó, me miró para luego abrazarme. No puede evitar llorar, en mi cabeza no paraba de aparecer la frase "Nada será como antes".

Seguía llorando sin parar necesitaba desahogarme, por lo de mi abuelita y por lo que no lloré cuando mi padre murió. Cuando el murió mi madre no quiso llorar por que yo estaba presente, pero en sus ojos se podía ver ojeras debido a que se había pasado toda la noche llorando, yo lo sé por que la vi fue una de las peores cosas que puedes ver, a tu madre llorar y no poder hacer nada para remediarlo. Yo no lloré, no quería demostrarle que estaba destrozada por dentro, y nunca lo demostré.

Hasta ahora...

-Chicos, ya es hora de desayunar!- gritó mi madre desde el primer piso

-Ya vamos!- gritamos al unisono Derek y yo.

Me dirigí al baño a lavar mi cara, mientras que Derek se fue a su habitación a cambiarse la camisa debido a que mis lágrimas la mojó. Me cambié de ropa.

Bajé, y me dirigí al comedor, ya todos estaban sentados y la comida servida.

-Buenos días hija- dijo mi madre.

-Buenos días- dije tratando de sonreír, lo cual pareció mas una mueca. Pero no se percataron de eso.

-Siéntate Annie, te estábamos esperando- dijo el padre de Derek.

Me senté y empezamos a comer. Al terminar mi madre salió a trabajar, mientras que el padre de Derek fue a buscar trabajo en el pueblo.

Tomé mi capa y un canasto con aperitivos. Estaba apunto de salir cuando recordé que no podía dejar a Derek solo. Me acerqué a el.

-Derek, ¿Quieres ir a un bello lugar en el bosque?-

-Porqué no?- Sonrió y salimos de mi casa.

Llegamos al inicio del bosque donde Zee nos estaba esperando.

-Veo que no vienes sola- bufó Zee.

Oookey! eso es todo. Los amo mis encantos! no olviden...

Votar

Comentar

Atte Kania

Mi version del cuento Caperucita RojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora