Sentía que realmente lo estaba provocando; los celos, el enojo y quizás un poco de culpa comenzaban a agolparse en su corazón, sabía que de alguna manera eran sentimientos terribles pero el ver a Toge jugando cada vez más cerca de Itadori mientras le dirigía miradas traviesas y colaba sus manos por debajo de la sudadera del pelirrosa lo estaba sacando de sus casillas. La reunión de esa noche en la habitación de Panda se les había ido un poco de las manos, Maki y Nobara habían conseguido bastantes latas de cerveza y una tras otra no habían manejado el alcohol de la mejor manera, y menos el peliblanco que estaba muy amistoso con el amigo de Fushiguro.
Sabía que era un juego o una venganza por parte del hechicero peliblanco hacía él por no haberle prestado la atención que Toge necesitaba.
Aceptaba que no había respondido a sus mensajes mientras se encontraba fuera de Tokyo, tampoco había contestado sus llamadas, pero simplemente era por lo cansado que se sentía, lo había extraño y eso era muy obvio pero el menor no quiso escuchar sus razones (las cuales ni siquiera para Yuta habían sido muy claras), pero todo había sido la culpa de los altos mandos; las misiones de grado especial no habían parado y las llamadas a media noche quizás las había ignorado por estar demasiado ocupado deshaciéndose de esos malditos espectros dirigiéndose de un extremo a otro de Japón. Sabía que no había sido el mejor novio en estas últimas semanas pero el orgullo de Inumaki era demasiado alto y se había negado a escuchar una explicación por parte del pelinegro en cuanto había vuelto de la última misión.
Toge lo había ignorado toda esa noche, a pesar de que Maki había jurado que al hablar con el menor de la situación, su enojo se pasaría en uno o dos días, pero ya habían pasado más de cinco y el peliblanco aún no le dirigía la palabra, y a pesar de que pensó que ese día en la reunión de Panda las cosas mejorarían un poco sólo podía observar lo cercanos que se habían vuelto Itadori y su novio, ellos reían y hacían bromas junto a Panda mientras Yuta solo se limitaba a observar al lado de Fushiguro, que le había mencionado que ignorar un poco a Inumaki no había sido la mejor de las ideas, después de todo él aún seguía sintiendo un poco de celos de Rika, a pesar de que ella había sido liberada de la maldición.
-No creo que debas procuparte Okkotsu-sempai, realmente no podría haber nada entre Itadori e Inumaki, el primero es demasiado inocente y practicamente un idiota, mientras que Inumaki solo lo está haciendo para provocarte.- Yuta sentía que en la propia voz del pelinegro también había escondido un sentimiento. se había percatado que el menor evitaba a toda costa mirar en dirección a Itadori.
Quizás también se sentía incomodo con la situación, Maki y Nobara se habían escabullido minutos antes, y sólo los cinco hechiceros seguían "animando" el lugar lleno de latas de cerveza vacías.
-Pero esto es demasiado Megumi, me ha ignorado toda la noche y no quiere hablar conmigo, hasta creo que me bloqueó su teléfono.- Suspiró con resignación.
El peliblanco había notado toda la noche la mirada agresiva pero herida de su novio para con el recipiente de Sukuna, provocarlo estaba bien, jugaría un poco a castigar al pelinegro por haberlo ignorado durante semanas, el mayor no entendía sus sentimientos y la inseguridad que aquello le provocó, pero no lo admitiría, sólo quería verlo sufrir como él lo había hecho, mientras que actuaba de esa forma para confundirlo y vaya que lo estaba logrando, pero aquella agresividad en la mirada del pelinegro lo había dejado deseando ver más de ello, saber hasta donde Yuta podría aguantar que lo ignorara de esa forma, mientras aparentaba volverse más cercano a su Kohai.
-Ohh vamos Inumaki-sempai, me provocas cosquillas- El pelirrosa prácticamente tenía a Toge sobre él, habían pasado de molestar a Panda a atacarse mutuamente intentando descubrir el punto débil ante las cosquillas del otro.
Yuta sólo podía sentir como aquel violento sentimiendo de inquitud y celos se incrementaban al observar como el menor sostenía a su novio por la cadera mientras lo abrazaba.
Eso era suficiente
Yuta se levantó sin mediar palabra y tomó a Toge del brazo mientras lo sacaba arrastrando de la habitación de Panda, todos ya habían rebasado su límite de tolerancia al alcohol por lo que sí había un escándalo por su acción poco le había importado, dirigiendose rapidamente a la habitación más cercana que era la del hechicero peliblanco, aventando con una fuerza poco calculada a su cama mientras se posicionaba sobre el.
-Creo que ya has jugado conmigo lo suficiente por esta noche no lo crees, Toge?- Junto sus labios de manera agresiva con los del menor, mientras sujetaba las muñecas del hechicero para subirlas sobre su cabeza y tomarlas fuermente con una sola mano, mientras la otra se colaba por debajo de su camiseta buscando el tan ansiado contacto con la cálida piel del hechicero debajo de él.
El beso era agresivo, no dulce como solían juntarse sus labios, la lengua del pelinegro invadía su boca mezclando su saliva con la suya.
Inumaki sólo podia intentar seguir el ritmo demandante de Yuta, mientras sentía como el mayor lo inmovilizaba y pegaba mucho más su cuerpo con el suyo, sintiendo el exquisito toque de su mano recorrer con desesperación su pecho, mientras subía su pezones y comenzaba a sentir como eran atacados cruelmente por los dedos del mayor pellizcandoles y haciendo que soltará ligeros gemidos que eran ahogados por aquellos besos tan exigentes.
El calor había comenzado a subir, podía sentir como su entrepierna no era la única que despertaba, sienitendo como el grueso miembro del mayor se restregaba en su entrepierna haciendo que ambas crecientes erecciones se rosaran mutuamente aún a traves de la tela. Eso era lo que había estado deseando, tener a Yuta sólo para él, sabía que de alguna manera el que lo estuviera ignorando provocaba que el mayor estaviera confundido y sólo pudiese pensar en él, y eso le encantaba, saber que su persona era todo en lo que podía pensar el pelinegro lo llenara de satisfacción. Darle celos con otro, por supuesto que no estaba prohibido, sólo queria probar la cordura de su novio al verlo juguetear un poco con Itadori, no era nada personal en contra del menor, unicamente deseaba que el mayor tomara la iniciativa y se lo llevara de ahí, para castigarlo por lo mal que se había portado.
Internamente sabía lo cansado que habían sido las misiones del pelinegro el cual aún no se acostumbraba del todo a regresar a ser un hechicero de Grado Especial, pero quería más, quería aquella mirada aterradora que le mostraba a sus enemigos, sus palabras violentas y que lo sometiera por su comportamiento, lo había estado planeando pero no sabía como dar el primer paso, y el que Yuta lo hubiese ignorado por algunas semanas había sido la excusa perfecta para intentar llegar a él.
Se apartó un poco, la falta de oxigeno realmete le había dejado mareado, sobre él la mirada herida de Yuta y sus cabellos negros que caían por su rostro únicamente lo encendían más. Sabía que esa noche no iba a dormir, la abstinencia de sus cuerpos por más de un mes de separación les cobraría factura, y eso era algo que el peliblanco estaba deseando.
-Nhhhhh Yuta... -Su respiración aún seguía agitada, quería probar todo lo que el pelinegro le ofrecería y también le quitaría.
-Mierda Toge, has sido tan malo que realmente necesitas que te castigue cariño- Su mirada se mantenía sería sólo podía buscar los ojos de Inumaki que aún estaban nublados por el calor de ese apasionante beso.
Yuta se incorporó, dejando sus piernas a cada lado de las caderas del menor sin dejar que su propio peso cayera en él, para comenzar a desabrochar su cinturón, observando la atenta mirada que el peliblanco dirigía a su ya despierta erección, mordiendose su labio inferior y dirigiendo una mirada lasciva y llena de lujuría ante ello.
-Llegó la hora que nos reconciliemos, cariño- Estiró el cinturón en sus manos para que el menor supiera lo que estaba a punto de pasar, la mirada de Toge le había dicho todo, no habría más juegos y eso al peliblanco le encantaba.
-Salmón-
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Juro revisar la ortografía uwu
Continúa en la siguiente parte <3
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Castigo [YutaInu]
Fanfic-Llegó la hora que nos reconciliemos, cariño- Yuta estiró el cinturón en sus manos para que el menor supiera lo que estaba a punto de pasar, la mirada de Toge le había dicho todo, no habría más juegos y eso al peliblanco le encantaba. -3 partes -R18...