Hyungwon es el capitán del equipo de fútbol en la escuela, por lo que es muy codiciado por los chicos en ésta. Su gran físico y personalidad arrasadora atraen a cualquiera.
Lo que ellos no saben, es que su preciado chico popular, es un idiota gay de...
A la mañana siguiente, Minhyuk no se siente muy seguro de lo que pasó la noche anterior, su mente aún le juega en contra respecto a las palabras que el mayor le dijo.
¿Debería creerle?
Cepilla sus dientes con lentitud, mirando su reflejo en el espejo, una duda surge y se pregunta a si mismo qué de especial tiene para que alguien como Hyungwon esté a su lado.
Sus inseguridades se disparan, creando un lío sobre la verdadera razón del porque el pelinegro lo ocultaba. ¿Y si era por qué no es lo suficientemente lindo?
Su mirada se posa en el collar que le ha obsequiado el mayor y suspira con pesadez, tiene tanto miedo de que sea como antes, que no quiere confiar.
En el transcurso de su casa al colegio no puede evitar recordar lo que pasó en aquel lugar, el haberse entregado nuevamente al azabache, pensar que cede tan fácil a las caricias que le otorga, el saber que es débil ante su persona, no quiere pensar en otra decepción.
— No me destroces más, Hyungwon. — susurra viendo los autos pasar a través del vidrio, jugando con el anillo de plata en su collar. Ignorando por completo la mirada que le otorga su madre desde el asiento del piloto.
No le extraña sentir miradas sobre su cuerpo, bastante consiente está de que su nuevo estilo de cabello ha logrado llamar la atención de sus compañeros, sin embargo, nadie se acerca, a nadie le importa lo que haga un raro como él.
Sus clases transcurren normalmente, no ve a Hyungwon durante el receso, tampoco lo busca, no recibe ni un mensaje o llamada, su corazón duele. Hyungwon le ha mentido de nuevo.
— Min, por aquí. — la última clase ha sido concluida por el timbre de salida, Minhyuk gira su rostro a la voz que lo ha llamado, encontrándose con el rostro angustiado de Jin.
El mayor espera por él fuera de su aula, el menor suspira triste. — Hola, hyung.
— Minhyuk -ie, perdona por haberte dejado solo en el club. No me di cuenta cuando te fuiste, ¿Estás bien? ¿no te pasó algo? — las palabras salen casi atropelladas, Jin lleva sus manos a los hombros del menor, moviendo su cuerpo para poder asegurarse de que no esté lastimado.
Minhyuk agacha la cabeza, liberando un pequeño sollozo que preocupa más al mayor, Jin lo atrae a su cuerpo, acariciando con suavidad su espalda baja mientras el rubio se aferra a su camisa. — Volví a caer, debí haber dicho que no.
— ¿De qué hablas, Minhyuk-ie?
— H-Hyungwon, volví a creerle. — Jin separa su cuerpo para verlo a la cara en cuanto el nombre del azabache es mencionado. Frunce el ceño y limpia las pequeñas lágrimas que ha dejado salir su pequeño amigo, está molesto. — Me mintió.
— ¿Qué fue lo que te dijo?
— Dijo que no nos ocultaríamos, que haría las cosas bien, soy un idiota. — dice, tomando con fuerza el collar que lleva. — No debí entregarme a él, soy tan estúpido.
— No eres nada de eso, Minhyuk. Deja de decirlo, yo soy el culpable por haberte dejado sólo.
— No, hyung. Yo te dije que quería volver con él, esto es mi culpa.
Jin torce su boca viendo la imagen de un Minhyuk destrozado, está a punto de hablar para reconfortarlo, pero su mirada se fija por sobre el hombro de su amigo.
Minhyuk sigue tan triste que no se da cuenta de los murmullos que empiezan a aparecer, se mantiene de espaldas a lo que el mayor está observando, importándole poco.
— Sabía que no debía creerte, Hyungwon. — susurra, tentado a quitar el collar de su cuello de manera brusca.
— Me duele que digas eso, bebé. — la voz profunda de Hyungwon suena a sus espaldas, provocando que dé un brinco por el pequeño susto. Gira para enfrentarlo, limpiando rápidamente sus ojos. — ¿Por qué lloras?
— Tú...¿Q-Qué estás haciendo aquí? — pregunta con asombro, pues Hyungwon jamás en su vida había entrado al edificio de los de grado inferior.
— Vine a recogerte. — responde obvio.
Jin decide no sentirse confiado aún, así que para poder hacerlo, se acerca de manera rápida a Minhyuk para empujarlo hacia el azabache. Sonríe cuando el cuerpo de su amigo es sostenido por el mismo y entonces sus ojos se abren en demasía cuando ve lo que Hyungwon hace.
El pasillo se ha llenado de miradas curiosas, sorprendidas y celosas. Hyungwon está besando a Minhyuk frente a todos en aquel pasillo.
— ¿Puedes confiar en mí ahora, bebé?
Me encanta que Hyungwon y Minhyuk hablen sobre cuando eran trainees, me intriga mucho saber como eran entre ellos cuando aún no debutaban.
Y sobre todo saber cómo fue que Minhyuk le pidió que se fuera a vivir con él, y aún mejor que compartían cama, etc.
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