3. Celos / El mejor actor {Parte II}

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Taehyung me ha llevado a mi departamento.

El trayecto ha sido silencioso. Siempre he sido una persona tranquila, que valora la falta de conversación, pero estar al lado de ese ángel me había enseñado a valorar las risas, entender la emoción y añorar su alegría contagiosa. Cada minuto sin escuchar su voz duele como pequeñas agujas en mi pecho. No puedo ni verme por el vidrio de la ventana. Temo ver la mancha púrpura que sólo muestra mi debilidad.

Jamás había deseado a un hombre.

Taehyung había sido el primero.

"Y ahora, lo arruine...".



—Esta es mi llave. Quería dártela cuando hubiera terminado con la serie. Quería vivir contigo, hyung. Y luego ganar el premio, pero... —su voz gravemente masculina se va apagando con cada palabra. Taehyung ha dejado una tarjeta negra en la barra de la cocina, frente a mí y ha mirado mi rostro un segundo, antes de perderse en mi cuello, lo que me hace temblar.

—Tae... —suplico de nuevo, aunque no sé qué decir. Quiero que me mire, pero cuando lo hace, las lágrimas vuelven a empañar mi mirada. ¿Cómo puedo arreglar tan espantosa situación?

¿Cómo fui capaz de causar que la sonrisa perfecta del hombre mas deseado del mundo haya desaparecido y que sus hermosas alas se escondieran tras un aura gris?

—Es tuya, hyung —me dice, mirando nuevamente la tarjeta—. Es tuya. Como yo... —susurra.

Las agujas se convierten en puñales.

—Tengo que regresar.

—Tae, yo...

El rubio avanza hasta la salida, sin importarle mi llamado.

—Tae —, insisto.

—No —, responde, sin voltear—. Ahora no, hyung. Estoy, demasiado triste y enojado con Yoongi hyung, no quiero hablar ahora.

Asiento con la cabeza, aún si no me puede ver, y no digo nada cuando Taehyung cierra la puerta de mi departamento, sólo me dejo caer arrodillado, odiándome y gritando en mi cabeza el perdón que debí decir nada más ver sus ojos decepcionados.

Pero ¿Cómo podría perdonarme?



*



El primer día que tuve que volver a ver a Park Jimin fue por decir lo menos, incómodo. Su sonrisa de medio lado solo consiguió que cuando tuviera que tocarme por una escena durante el ensayo, le empujara con tanta fuerza que cayó al piso.

Luego de eso el director me dio un descanso, y Hobi ha tenido que entrar a tranquilizarme, porque he destruido cada objeto rompible en mi camerino. He tenido que usar todas mis fuerzas y profesionalismo para continuar con el ensayo.

Tengo que usar cuello alto, y casi nunca me veo al espejo ya, contando las horas para que la maldita marca desaparezca.

Regreso a casa abatido, extrañando las risas, su aroma y las mariposas en mi estómago cuando lo veo.

Las mañanas ya no escucho mi teléfono, y aunque le he mandado un par de mensajes, de forma patética tengo que morderme los labios y continuar llorando cuando ni siquiera lo lee. Las llamadas, tampoco son contestadas.

My Horny Angel {TAEGI}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora