en emisión : ❝Donde Jimin es un híbrido de conejo que al ir a recoger frutas para almorzar, encuentra a un pequeño bebé tigre, termina llevándoselo a casa.
Lo que no esperaba era que este pequeño en realidad ya fuera un adulto y quisiera tenerlo co...
¿Les está gustado? Por qué a mi me encanta este fanfic <3
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Los movimientos del castaño sobre la herida del cachorro de tigre fueron muy ligeros y delicados, intentaba no herir al bebé de ninguna manera. El pequeño tigre no quitó la vista del cuerpo del conejito en ningún momento, sus ojos redondos y negros miraban casi sin pestañear la figura del castaño cuidando su herida.
— Aplicaré un poco de ungüento, te dolerá un poco pero intenta aguantar. —dijo el conejo con una sonrisita tranquilizadora.
Jimin tomó el ungüento y lo abrió para después tomar un poco en su mano, a continuación pasó sus dedos por la herida del tigresito. El cachorro hizo una mueca de dolor, pero no realizó ningún tipo de sonido, parecía muy dócil frente al castaño.
— Lo siento... —pronunció el conejo al ver la mueca del bebé. Siguió aplicando el ungüento por toda la extensión de la herida hasta que esta estuvo llena del líquido verdoso.
Un pequeño gruñido brotó de los labios del cachorro de tigre, por el tono manso con el que lo emitió parecía estar tranquilizando al conejito.
Jimin emitió una encantadora risita, ese sonido le había parecido muy lindo. El chico castaño tomó las vendas de su caja metálica e igualmente cubrió la herida del cachorro con ellas.
Muy pronto la herida del tigre ya está fuertemente vendadas.
— Debería curarse en un par de semanas, ya que no es una herida tan profunda. —Las palabras del castaño fueron muy suaves.
El tigre emitió un sonido bajito, como afirmando lo dicho por el conejito.
Con una sonrisa en el rostro Jimin se dispuso a guardar todo lo utilizado en la caja metálica, al hacerlo la volvió a colocar en el armario.
— Haré algo de comer, debes tener mucha hambre. —El conejo estaba preocupado por eso, no sabía desde hace cuanto el cachorro había estado solo a la intemperie y en ese estado, sin embargo, por su apariencia no debía haber estado tanto tiempo sin comer.
El cachorro intentó levantarse al ver que el castaño planeaba irse, sin embargo, gracias a su herida no pudo moverse demasiado. Jimin notó esto y emitió una risita, miró al bebé con indulgencia y lo tomó en sus brazos para después ir a la cocina.
El cachorro siempre miró la linda carita del castaño, sus ojitos no dejaban esa piel blanca de porcelana, sus ojos negros llenos de brillo al igual que sus labios rosados con un leve y encantador arco.
Jimin dejó al cachorro encima de una silla de madera mientras él cocinaba el almuerzo, aunque ya era bastante tarde.
El castaño tomó algunas verduras y un poco de arroz que guardaba, en su casa no había ni una onza de carne de ningún tipo.
