Capítulo 02

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Anakin tenía dieciciete y estaba seriamente enojado. Abrió la puerta de su habitación y entró al dormitorio frunciendo el ceño y tirando sus pertenencias por todas partes. Sable de luz por aquí, botas por allá, ropa aparentemente por todas partes, pero sobre todo en la silla y el suelo.

– ¿Problemas? – Preguntó Obi-Wan desde su asiento en el sofá.

Estaba a medio camino de tomar su primer sorbo de té después de un día particularmente largo. Realmente no necesitaba la nube tormentosa de Anakin en este momento.

– ¡Sí! ¡No! ¡Tal vez! – Despotricó Anakin.

– Bueno, si pasa de un “no” a un “tal vez” y luego un “sí”, estaré feliz de escuchar. Hasta eso, ¿podrías llevar tu ropa hasta tu propia habitación? – Obi-Wan quería al menos orden material si tenía que abordar el campo minado emocional que era el Anakin Skywalker adolescente.

Él adolescente, en cuestión, estaba caminando furiosamente hacia él. Y se detuvo ante la petición de limpieza de Obi-Wan y frunció el ceño hacia su maestro.

– ¡¿Qué diferencia hace?! ¡Nada de lo que hago hace diferencia!

Anakin paso de cruzar los brazos a agitar sus brazos y regresó a cruzar los brazos. Claramente él estaba en el fondo de una situación, y no hacía movimiento alguno para limpiar.

– Anakin – Empezó Obi-Wan en su tono de advertencia –. Por favor haz lo que pedí y luego ven a sentarte conmigo.

– ¡Bien! – Resopló el joven.

Anakin tomó lo que pudo alcanzar y lo arrojó a través de la puerta de su dormitorio, la mayor parte aterrizó en la mitad de la habitación y en la mitad del área común. Luego golpeó el sofá y se sentó en el sofá junto a Obi-Wan, con los puños apretados y la mandíbula apretada.

– Relájate y respira hondo. Te vas a arruinar los dientes si sigues rechinándolos así. – Obi-Wan puso su brazo sobre el hombro de Anakin, sabiendo por experiencia que tocar a menudo calmaba a la bestia salvaje.

Anakin apoyó la cabeza en el sofá, atrapando efectivamente el brazo de Obi-Wan con la nuca. Cerró los ojos y redujo la respiración. Después de varios minutos, volvió a abrir los ojos, levantó la cabeza y miró hacia su regazo. Sus manos estaban flojas de nuevo.

– Hoy lo vi – Susurró –. Él estaba hablando con otra persona, riéndose. – Anakin estaba tratando de no dejar que las lágrimas se derramaran de sus ojos.

– Oh – Respondió Obi-Wan –. ¿Eso es lo que está mal? Pensé que lo habías superado y que este asunto había terminado.

Obi-Wan estaba desconcertado. Cuando Anakin dijo que había terminado con él, dijo que había sido amistoso, sin rencores y que Anakin estaba listo para pasar de página con alguien más.

– ¡Lo hice! Pero no pensé que él fuera a encontrar a alguien antes de que yo lo hiciera.

– No es un concurso, Anakin. – Le recordó Obi-Wan gentilmente.

«Pobre chico», pensó «me preguntó si de verdad terminaron “amistosamente”».

– Lo sé. – Fue lo único que pudo decir Anakin antes de romper a llorar.

Obi-Wan lo abrazó contra su pecho y dejó que liberase su dolor. Incluso Incluso sin un apego absoluto, esa primera persona con la que te compartes, es difícil de verla con otra persona. Lo había experimentado con Siri. Y Anakin, que siempre sintió las cosas de manera más profunda que cualquier otra persona que Obi-Wan hubiera conocido, lo estaba experimentando ahora.

Después de un rato, los sollozos se convirtieron en moqueos. – Lo siento, maestro. – Pronunció Anakin con dificultad. – Creo que te he ensuciado. – Esbozó una pequeña sonrisa cuando miró a su Maestro.

Obi-Wan rió un poco. – Está bien, sobreviviré. ¿Te sientes mejor?

– Sí. No. Tal vez. – Reafirmó Anakin, luego se sonrió para sí mismo y sacudió la cabeza. – Sí, me siento mejor. Siempre me siento mejor contigo, Maestro. No, ya no necesito llorar. Y tal vez sea lo mejor de todos modos. Estoy empezando a recordar por qué terminé las cosas. Estaba simplemente sorprendido de verlos, supongo. – Anakin permaneció en el abrazo de Obi-Wan con su brazo izquierdo sobre el torso de su Maestro y su cabeza sobre el fuerte hombro.

– Probablemente eso es todo lo que fue, padawan. – Obi-Wan estuvo de acuerdo. Levantó la mano para alborotar el cabello de Anakin como lo había hecho miles de veces a lo largo de los años. Mientras lo hacía, el adolescente levantó la cabeza de su hombro y buscó los ojos del otro hombre.

Obi-Wan sintió que algo había cambiado. Pero enseguida lo terminó.

– Ahora no, Anakin. No estamos preparados para este tipo de cosas. Tenemos que terminar con nuestra relación tal como está ahora antes de que podamos cambiarla. Eres mi Padawan. Soy responsable de ti, de tu cuerpo, de tu mente y de tu alma. No puedo alterar eso para acomodar algo como esto. Cuando seamos iguales, cuando seas un Caballero, las cosas serán diferentes. – Le aseguró Obi-Wan.

Por primera vez, Anakin, no discutió con su maestro. Le dio un apretón rápido y luego se levantó para recoger el resto de sus pertenencias de la habitación.

– Gracias, Maestro – dijo –. Necesitaba sentirme querido. Y eso es suficiente para mí ahora. Buenas noches y que duermas bien

– Duerme bien, padawan. Siempre estaré aquí para ti. – Le recordó Obi-Wan.





La educación de Anakin | [Anakin's Education] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora