-Señoras y señores, hemos llegado a su destino. Por favor, desciendan en orden-. Salí del aeropuerto sin muchas ganas de ir a la Torre Stark. Minutos antes de coger el avión, había recibido una llamada del gran Tony Stark, mi padre, pidiéndome que fuera parte de sus Vengadores como médico, claro.
Llegué a la torre y pensé en lo que estaba haciendo. Quizás no era el mejor momento para vivir con él, pero si me lo pedía, sería por algo.
Traté de anestesiar mis pensamientos y entré en la torre. Me metí en el ascensor y este me llevó a donde debía ir. Una vez se abrieron las puertas, lo vi venir hacia mí.
—Hola. ¿Qué tal, Sienna? —Tony me saludó con una mezcla de cordialidad forzada y urgencia en la voz. Pepper me miraba desde lejos con expresión neutral.
—Ellos son los Vengadores —Tony señaló a un grupo de personas que charlaban en el salón.Uno de ellos miró hacia mí y me saludó con una gran sonrisa. Era rubio, alto y guapo, así que supuse que sería Thor. Le sonreí pensando que me los presentaría, pero para mi sorpresa, Tony pasó por alto ese paso.
Tony me guio hacia una sala grande con cinco camillas. Supuse que me pasaría allí todo el día.—Aquí estarás cuando te necesitemos. ¿Qué te parece? —me miró con una sonrisa.
—Está bien —No sabía qué decir, y todo esto empezaba a venirme muy grande.
—Bien, te dejo que te instales —Me tocó el hombro y se fue. Lo más probable era que no supiese cómo demostrar cariño hacia mí, por eso se comportaba raro, o eso quería pensar.Me senté, esperando ver qué ocurría, hasta que escuché ruidos y, minutos después, la puerta se abrió de golpe.
—Hola, soy Nat. Tú eres la hija de Tony, ¿verdad? —miré a Clint viendo sus heridas; tenía un hombro completamente dislocado.
—Sí, ¿Qué ha pasado? —Me levanté y me acerqué a Clint.
—Hemos tenido un enfrentamiento con un nuevo villano. No puedo recolocarle el hombro —Toqué su músculo para saber en qué punto tenía el hombro y, una vez lo cogí de un tirón, lo coloqué, haciendo un distintivo ruido que él notó y rió.
—Creo que ese sonido es el que más escucho últimamente. Gracias —le enseñé una caja de analgésicos para el dolor. La cogió y salió de mi sala. Yo decidí salir con ellos.
Al salir, encontré a Tony, el Capitán y Thor llevando a Loki a una celda anti poderes.Tony me tomó del brazo y me apartó hacia un lado, fuera del alcance auditivo de los demás.
—Necesito que le hagas un chequeo médico a Loki y le inyectes esto —Me mostró una jeringa con un líquido azul.
—Entendido —Guardé la jeringa en mi bolsillo. Todos lo metieron en mi sala y Thor lo ayudó a subir a una camilla.
—No hagas ninguna tontería —Thor lanzó una mirada desafiante a Loki, quien respondió con una risa burlona.
—Por favor, hermanito, ¿por quién me tomas? —Thor soltó una última advertencia.
—Ahí te lo dejo. No le quites las esposas; es lo único que le quita los poderes. Por cierto, soy Thor y él es Loki —Estaba claro que la presentación sobraba, pero no venía mal.
—Parece que estamos solos —Loki me miró con una sonrisa pícara. Yo seguí con lo mío.
—¿Por qué te tienen esposado? —No pretendía entrar en su juego, pero no me importaba que él lo pensase.
—Soy el Dios del Engaño —por mucho que lo fuese, las decisiones las tomaba él, y podía notar cómo no era una mala persona en el fondo.
—¿Eso es lo que hace que te esposen? —preparé el hombro para meterle la jeringa.
—¿Por qué te intereso? —fui al grano.
—No juzgo a los demás por lo que me cuentan de ellos —Me incliné hacia él.
—¿No te da miedo que juegue contigo? —Negué.
—Depende de cómo quieras que te vea —intenté jugar con él y hacerle pensar.Extendí el brazo y vacié el contenido de la jeringa en una planta cercana.Tomé algodón y una nueva aguja, y simulé inyectárselo a Loki.
Tony llegó, lo vio y se lo llevó a la celda. Lo seguí. Todos estaban observando a Loki encerrado.
—Tienes dos opciones: la primera es quedarte aquí encerrado toda tu vida y la segunda es morir. ¿Cuál prefieres? —Se rieron. Yo me quedé en una esquina seria. Nadie merece eso, sin importar cuán mal se comporte.
Se fueron. Me quedé junto a Thor mirando a Loki.
—¿Vienes? —El rubio me miró al darse la vuelta. Yo le sonreí.
—Claro —Me separé de la pared. Loki me miró con desprecio mientras salía con Thor.Él me llevó a su cuarto. Se sentó mientras me miraba. Yo me quedé de pie.
—¿Qué piensas de mi hermano? —le notaba preocupado; además, tenía una expresión de decepción.
—Nada, no lo conozco —Se sorprendió por mi respuesta. Aun así, él siguió preguntando.
—¿No se opuso cuando le inyectaste ese líquido? —Como no había mentido, ya que sí le había inyectado algo, contesté tratando de tranquilizarlo.
—No —Lo miré fijamente. Él suspiró.
—Gracias. Loki no es el mejor hermano, pero estoy seguro de que tiene corazón, aunque los demás lo quieran muerto —Fui hacia él y lo abracé. Él siguió el abrazo, apretando bastante, casi dejándome sin aire. Al soltarme, salí de su cuarto, pasando por la celda de Loki que estaba situada al lado de mi cuarto.
—Oye, ¿Qué has hecho con mi hermano? —Di dos pasos hacia atrás y lo miré.
—Nada. Hablamos de ti. Adiós —Me reí y volví a mi cuarto. Saqué el ordenador e intenté averiguar qué contenía el líquido, ya que había guardado un poco en la jeringuilla.

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Entre los asgariadnos
ФанфикSienna Stark quizás no tuviera la relación que todo el mundo cree que deberían tener, pero su vínculo con su padre siempre había sido complicado. Después de vivir alejada de él, se ve abrumada por una llamada de su padre. Tendrá que trabajar en la T...