Epílogo

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Narración general

Los días habían pasado, apesar del apoyo médico brindado igual todos los involucrados en la pelea contra Reien tuvieron que ser internados en el hospital, algunos en el de Suna y otros en el de Konoha.

En Konoha ya había dos que salían del mismo.

—Sabes Kazumi... después de esa pelea me acabo de dar cuenta de lo corta que puede ser la existencia, y me preguntaba si acaso tú, bueno... si te gustaría...— Tsune no encontraba las palabras adecuadas.

—¿Ahora tienes actitud tímida?— Kazumi lo miró con esos penetrantes ojos negros herencia de su madre.

—Bueno, creo que nunca me habían pasado tantas cosas— Tsune se rascó la cabeza en señal de nerviosismo.

—De acuerdo, nos vemos en una semana entonces, y por favor, espero que al menos tengas un buen plan para una cita, te lo advierto, soy algo. Exigente— Kazumi le sonrió y se retiró del lugar dejando a un perplejo Tsune.

Luego de unos segundos reaccionó y se dió cuenta de que por fin había conseguido lo que tanto quería. Una cita con Kazumi Uchiha.

—La traigo muerta— comentó Tsune y también se retiró a su casa.

..............

—Bueno Kino, fue una aventura divertida, deberíamos hacerlo más seguido— Tsuki ya estaba por irse, pues le habían dado el alta igual que a Kino.

—¿Lo dices en serio?— Kino mentiría si dijera que no amaba a Tsuki, pero de que esa chica tenía una personalidad algo "especial" la tenía.

—Claro, la adrenalina, el momento, admito que se puso algo tenso en algunas ocasiones, pero de no ser así, quizás no lo habríamos disfrutado tanto— Tsuki miró a Kino directo a sus hermosos ojos índigo.

Kino le sonrió de vuelta.

—Tienes razón, te escribiré, nos vemos luego, quizás podamos encontrar otra aventura igual de emocionante— le aseguró Kino y Tsuki se despidió antes de irse.

.............

En otra habitación del hospital de Suna Shikadai, Shikari y Yodo recobraron la consciencia, para ver a sus padres primeramente.

Al menos Yodo vió a su madre ya que Firem no se encontraba ahí.

—Bien debo decirlo, estoy más que impresionada, no imaginaba que ustedes pudieran vencer a Reien, pero tampoco esperaba menos— Temari miró a sus dos hijos, era imposible para ella no sentirse orgullosa de ambos.

Yodo miró a su madre, Karito le sonrió y ella le devolvió el gesto.

En ese momento Firem entró por la ventana de la habitación.

—Terminé con mi búsqueda, parece ser que en efecto los dos mil pétalos del loto fueron destruidos, lo que quiere decir que Reien ya nunca más regresará— anunció Firem.

—Por cierto papá. ¿Quién era Reien?— Yodo miró curiosa a su padre, claro que sabía que era el ninja contra el que pelearon, pero ella jamás había oído hablar de él, al menos no recordaba haberlo hecho.

—Reien era el shinobi de la leyenda, una que hablaba del shinobi más fuerte del mundo, era una de las historias para dormir más populares en Suna de hace algunos años, luego, cómo todo se fue olvidando, así lo veían todos, como una leyenda, un cuento de fantasía para niños, en especial para los que aspiraban a ser ninjas. Lo que nosotros descubrimos hace casi diecisiete años de la peor forma es que la historia era muy real. Lo derrotamos pero en aquel momento ignoramos el hecho de que los pétalos del loto debían destruirse también o Reien podría regresar de la muerte una y otra vez— concluyó Firem.

Una nueva generación de ciervos y búhos [ShikaYodo] MV Donde viven las historias. Descúbrelo ahora