En el mismo instante, en el portal de Marcos y Silvia
Aunque le de mucha vergüenza hablar de su cita romántica, Silvia cree que la opinión de un chico al respecto le puede servir de micha ayuda. Marcos es sensible y muy discreto, y seguro que no le contara nada a nadie.
-¿Vamos hacia las palmeras?- le pregunta el a la vez que agarra al perro con la cadena para que no se escape.
- Si vamos, que allí Atreyu puede correr a su aire, ¿Verdad Atreyu?- dice Silvia, y le acaricia la cabeza al perro.
En menos de cinco minutos ya estan en la zona ajardinada. Los chicos se sientan en unas piedras y empieza la conversación que tanto preocupa a Silvia.
-Bueno, ¿Qué tal fue?- pregunta Mracos mientras tira una pelota lejos para que Atreyu vaya a buscarla y se entretenga con ella.- Porque no sueltas prenda.
-Fue genial.La cena, deliciosa. LLevamos tres meses... y es tan mono...
- Pues si fue tan bien. ¿Por qué no te veo feliz vecina?
El chico ha dado en el clavo. Marcos la conoce cada dia mas, y sabe que hay algo que no va. Algo que no la deja dormir, ni estudiar ni pensar... algo que la tiene angustiada y preocupada. Y aunque adore a su chico y se sienta tremendamente afortunada, no puede evitar percibir que algo falla.
-El hecho es que... que... no se si me quiere- le confiesa la chica.
-¿Por que piensas eso?
-¿Tu crees que a los tres meses es pronto para decirle a alguien que le quieres?- pregunta Silvia
-No es pronto ni tarde. El momento llegara cuando menos te lo esperes. Esas cosas tienen que salir de manera natural. Yo ya ni recuerdo la primera vez que le dije a Estela que la quería.
-Ese es el problema, Marcos. Que yo ya se lo he dicho.
-¿Y que es lo que te inquieta? ¿Qué no haya sido el primero?
- Es que...- responde ella avergonzada y baja la cabeza- ni siquiera me contesto.
-¿Como?
-Fue todo muy raro - se acelera Silvia.- Estabamos en el sofa enrollandonos, y los dos nos miramos a los ojos y nos dijimos a la vez lo que pensábamos. Yo le dije que lo quería, y el que quería, pero...¡Hacerlo! ¡Que quería hacerlo, Marcos!
-Mira Silvia, si quieres mi opinión, creo que no es para tanto, que qurer hacerlo es bonito.
-No, si encima no o hicimos. No estoy preparada- se sincera Silvia. Por su mejilla resbala una pequeña lagrima.
Entonces Marcos, que ve que su amiga esta realmente afectda por el asunto, le pide ayuda a su perro para que la anime.