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Pov Melissa:

Entro al restaurante y siento que veo borroso, seco las lágrimas que caen por mis mejillas.

-Disculpad tengo que irme- digo llegando a la mesa y cogiendo mi bolso.

No les doy tiempo a responder y me voy, no quiero que me vean llorar.

Entro al lavabo de chicas y seco mis lágrimas con papel, mirándome al espejo intentando mejor mi aspecto.

Comprendo que Dylan tenga problemas, de verdad que lo hago, pero eso no quiere decir que tenga que tratarme así, todo lo que intento es ayudarme, prácticamente me ha echado la culpa de lo hoy, y de la manera en la que me miraba cuando me decía todas esas cosas... nunca pensé que el sería capaz de mirarme con tanto odio.

Siguen cayendo lágrimas en mis mejillas e intento calmarme.

Escucho que la puerta de el baño se abre e intento secar rápido mis lágrimas y recuperar la compostura

Veo a Lucas mirándome con precaución,desde la puerta.

El se acerca a mi y pone su mano en mi hombro acariciandolo intentando calmarme, sin siquiera pensarlo al tenerlo tan cerca, me abalanzo a sus brazos rodeándolo. El tarda un poco en reaccionar pero cuando finalmente lo hace me abraza y soba mi cabello.

-No estas bien Melissa... vamos te llevo a casa.

Asiento y salgo con el hacia el parquing.
Rezo con la esperanza de no encontrarme a Dylan, y parece que hoy es mi día de suerte.

Lucas pone el aire acondicionado y eso hace que me relaje un poco, aire fresco.

Estamos en silencio hasta que minutos después el decide hablar.

-Se que tú y yo  nos conocemos apenas... pero quieres hablarlo?- dice con un tono cuidadoso.

No digo nada. Debería contárselo? Eso no le molestaría a Dylan?

A LA MIERDA CON LO QUE A DYLAN LE MOLESTE.

-Digámos que Dylan se ha pasado de la raya conmigo...

Para el coche en un semáforo en rojo y fija su mirada en mi- Ningún chico merece tus lágrimas- dice con una Dulce sonrisa la cual le devuelvo.

Arranca el coche nuevamente- Aún que bueno si habláramos de Ian Somerhalder todo cambia, ese hombre merece hasta mis lágrimas.

Yo rio por su ocurrencia- Estoy completamente de acuerdo.

Los dos reímos, y que bien sienta.

Las risas cesan y ninguno vuelve a hablar, lo agradezco.

Aparca el coche fuera de la casa.

-Gracias por traerme- le digo amablemente antes de bajar.

El baja detrás de mi y entramos a la casa.

Nos quedamos quietos en el salón mirándonos sin decir nada.

Que se supone que hacemos ahora?

-Yo siento haber hecho que te vayas en mitad de la cena de verdad, te he arruinado la noche- digo sentándome en el sofá.

El se sienta a mi lado y me mira con una mirada que no puedo descifrar, una dulce ligera sonrisa escapa de sus labios- No tienes que disculparte, igualmente estaba deseando irme, mi pasta sale mucho más buena que la de ellos cabe decir.

Sonrió negando.

No pensaba que Lucas fuera tan agradable.

Este Lucas es mas agradable que el que me ponía apodos todo el tiempo y me comía con la mirada descaradamente.

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