Chapter seven

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"Querido diario:

Desde que el bebé empezó a moverse, HeeSeung no ha parado de sonreír, en ningún maldito segundo de lo que voy de embarazo.

Le dije que iba a tomar una siesta, me siento bastante cansado y es que entré al octavo mes y adivina qué, ya hicimos toda la habitación de este precioso y también elegimos su nombre, ahora debo acostumbrarme a llamarle DongHee, es realmente bonito si lo piensas, Lee DongHee. El idiota de Hee se largó a llorar cuando dije que íbamos a usar su apellido, ¡Pero era obvio, Yang DongHee no pega con nada!

En fin, como te dije, fui a tomar una siesta, pero cuando me levanté Hee tenía la cabeza pegada a mi vientre, te juro que es de las imágenes más tiernas que vi en mi vida, siento que voy a terminar cuidando de dos niños en vez de uno.

Los chicos y mis padres no dejan de regalarnos cosas, desde ropa hasta peluches, mi madre ya me regaló hasta pañales pero ni siquiera nace, creo que la emoción es tanta que me siento tranquilo, sé que todo va a salir bien, pero aún así estoy asustado.

El médico dijo que claramente el parto sería por cesarea, eso me asusta, me asusta muchísimo. De por sí mi cuerpo va a tener una marca permanente y luego del embarazo ví a muchas mujeres y otros hombres no poder recuperar su forma física anterior, no quiero eso, quiero mantenerme bien, ser fuerte para este niño porque estoy seguro que es lo único que me impulsará en la vida.

Además, HeeSeung es el más emocionado de todos, no puede parar de hablar del bebé, yo adoro escucharlo pero... ¿Me siento un poco solo? Sé que DongHee me acompaña, literalmente, aún así, quiero la atención de mi esposo, no es mi culpa. Antes se la pasaba hablando de mí y ahora ya casi no lo hace. Extraño que en las noches se la pase susurrándome cosas y que me bese, que juegue conmigo.

También pasó bastante tiempo desde que tuvimos sexo, nunca me agarraron unos "calentones" durante el embarazo, además que es algo un poco arriesgado viendo que aún el cuerpo de los hombres debe evolucionar bastante para esto, debo admitir que lo necesito de forma carnal y sentimental.

Quiero tener a mi hijo en mis brazos, dormir con él entre HeeSeung y yo, apoyado en mi pecho mientras escuchamos su respiración al dormir. Quiero enseñarle el mundo y hacerlo feliz, quiero ser su héroe, por siempre.

Simplemente, necesito que esté mes pase rápido, porque no creo poder aguantar mis ansias.

Ahora regañaré a Hee por su falta de atención. Puede que sea un gran padre pero también debe ser un buen esposo.

JungWon estaba en la cama escribiendo, no quería que HeeSeung se separe de su cuerpo.

Su cuerpo.

Estaba gordo, era un hecho, había ganado como diez kilos, su niño era inquieto y su marido se moría por las noches, debía suponerlo. Estaba trabajando él solo, JungWon al estar en el octavo mes había dejado de trabajar, se sentía un poco inútil pero sabía el porque.

Enredó los dedos en el cabello de HeeSeung y los soltó para repasar su mano por su estómago abultado. Se sentía un tambor o un oso, aún así, las pestañas del mayor le hacía cosquillas en el vientre.

Estuvo así un rato, par luego decorar un poco su diario, otras páginas tenían fotos de su ecografía, de la ropa que habían comprado o fotos con Hee. Pequeños pedazos de canciones o páginas enteras en la que JungWon se sentía un adolescente y escribía por toda la hoja su nombre y el de HeeSeung en un corazón, también el de DongHee.

Luego de unos minutos sintió movimiento entre sus piernas, la cara dormida de su esposo mirándolo fijamente, aún así sentía que ni siquiera notaba que él estaba ahí.

Una sonrisa se instaló en la boca de HeeSeung y se acercó a darle un beso en los labios. Aún así JungWon tenía el ceño fruncido y uno puchero en los labios.

—¿Qué pasa? —preguntó HeeSeung confundido con su reacción.

—Nada, eso es lo que pasa —respondió JungWon con una mirada asesina en sus ojos.

HeeSeung intentaba armar el rompecabezas, realmente lo hacía, pero estaba dormido aún y la verdad que bastante cansado con todo esto del embarazo, en el buen sentido, pero él sabía que no era ni lo peor.

;Bebé no entiendo. ¿Necesitas algo, te sientes bien? Podemos ver Spiderman de nuevo si quieres —murmuró luego de soltar un bostezo, pasándose una mano por la cara para despertar finalmente.

—Dios Lee HeeSeung, dame atención. Antes te la pasabas pegado a mí con besos y abrazos —JungWon se la hizo fácil, antes de cerrar el cuaderno y cruzarse de brazos.

Unas manos fueron a su cara y un beso en su frente le hizo sacar esa fea expresión en su cara. Luego en sus mejillas y en la nariz, siguió así hasta que el cuerpo de JungWon quedó acostado boca arriba en la cama con HeeSeung besando cada parte de su cuerpo.

Las lágrimas se acumulaban en sus ojos cuando sentía los besos en su vientre. Tan sincero y puro.

¿Cómo demonios se merecía a HeeSeung? No lo entendía.

—Si no estuvieras de tantos meses, te haría el amor —la expresión de JungWon era gloriosa; reflejaba amor, dulzura, lujuria y ternura, tanta que sintió como se le revolvía el estómago—. Además, te debo una tarde de susurros.

JungWon soltó una carcajada—: ¿Una? Me debes tres meses de susurros y cariños Lee.

—¿Puedo empezar a pagar mi cuota? —dijo suave contra su oído, viendo de reojo como JungWon se mordía el labio y asentía pasando sus brazos por su cuello.

Esa noche no pudieron dormir, ambos estaban siendo consumidos por el amor que se tenían y los suaves movimientos de DongHee al escuchar la voz de sus padres.

Las cuentas fueron saldadas esa misma noche, entre besos y susurros.

pregnancy diary.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora