Cierta chica se encontraba en su habitación mientras era atendida por algunas sirvientas. Ella era la actual líder de los vampiros de carmilla, una facción de vampiros liderados puramente por féminas y con el objetivo de tomar el control en el vacío de poder que dejó el anterior rey vampiro
Su castillo se encontraba en el extremo este de las tierras de rumania, un lugar lleno de vegetación y rodeados de montañas
Su población no era muy grande debido a la inferioridad de mujeres vampiros en Europa
Su nombre era cristina, una vampiro de sangre pura de 500 años y perteneciente a la casa de carmilla, una casa de duques que se opone férreamente a las acciones de la facción contraria, la familia de marquesado de tempes
Llevaban casi unos 700 años desde que la lucha inició y no había forma alguna de detenerla
Por el contrario. Todos los días había alguna escaramuza con alguno que otro muerto disminuyendo considerablemente sus grandes números
Obviamente este echo solo afectaba a la antigua nación rumana, habían muchos mas vampiros en otros lados del mundo . Diferentes familias que eligieron la neutralidad por el simple echo de considerar esta lucha como algo estúpido
Cristina estaba cansada. Su delgada figura de porcelana similar a la de una loli tenía una inusual coloración gris indicando el cansancio
Para ella lidear por tanto tiempo una guerra sumado a las diferentes responsabilidades y manteniendo un ojo sobre sus mas cercanos la estaba sofocando y el dia de hoy que era un día importante para los vampiros decidió que era mejor descansar un poco de su trabajo
Obviamente la guardia se había multiplicado por este día. Un día que solo ocurría cada 5 años y apenas duraba un par de horas
La sagrada luna sangrienta. Un fenómeno natural que multiplicaba la fuerza y ferocidad de los vampiros durante unas 2 o 3 horas llevándolos a niveles intríngantes
Pero hoy pese a ello no se sentía a gusto. No sentía ese repentino aumento de poder pese Aver aquella luna blanca volverse roja
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Algo no estaba bien. El Escalofrío y esa sensación de que algo estaba pasando la ponía muy incomoda y solo para estar segura ordenó desplegar a todos los guardias dentro de su territorio para no encontrar ninguna desagradable sorpresa
Al pasar la hora los escalofríos se detuvieron pero la incomodidad permanecía
Pronto a lo lejos empezaron a aullar los lobos. El ruido era muy alto pero no sonaba como el típico aullido de un lobo si no a mas bien a una melodía hermosa y desconcertante
Y ella no era la única que sentía lo mismo
Todos los vampiros en el mundo lo sentían incluyendo a cierto dhampiro en Japón que reía con locura poniendo a su ama en usa situación confusa mientras trataba de calmarlo