En ésta ocasión Hefesto habia decidido que su siguiente parada serian las tierras pertenecientes al panteón celta, se habia establecido en algun pueblo humano dónde quizás por nostalgia o aburrimiento habia retomado sus viejos hábitos volviendo una vez más a su ofició montando una herreria la cuál rápidamente se habia vuelto conocida debido a su calidad ésto no sólo habia llamado la atención de humanos si no también de alguien que Hefesto esperaría más no quisiera toparse siendo algunas deidades de dicho panteón local que haciéndose pasar por mortales acudían a el para encargarle cosas aunque al inicio muchos lo subestimaban con su arrogancia característica de un dios rápidamente eran callados por el herrero con sus creaciones de alta calidad incluso con el tiempo llevaban sus objetos divinos no esperaban que un mortal logrará trabajar con ellos pero hacian una excepción con él, pero también se molestaban por la actitud del herrero el sabia perfectamente identificar a dioses que se hacían pasar por humanos asi que mientras que con los mortales era alguien amable cómo el pasado o almenos con los que no consideraba molestos al igual cuándo se trataba de un inmortal estos dos últimos casos veian el carácter malhumorado de Hefesto siendo muy apático aunque si alguien trataba de exigirle o queria pasarse de listo con el cómo por ejemplo querido pagarle menos de lo acordado lo único que recibían era una patada fuera de su tienda los dioses eran los más indignados por esto ya qué no sospechaban que aquel Herrero talentoso pero de pésimo carácter era un dios muchos querían tomar represalias pero el herrero griego conocía bien el punto débil de un dios, su codicia, asi que lograba manipularlos gracias a los objetos que forjaba muchos dioses se tragaban su orgullo con tal de tener una arma de alta calidad varias diosas femeninas habian tratado de seducirlo con tal de obtener las bellas joyas que creaba el también orfebre Hefesto pero al hacer esto sólo lo lograban molestar haciendo que las echaran rápidamente, Hefesto estaba comenzando a cansarse de siempre tener que lidiar con dioses codiciosos y arrogantes o mejor dicho lidiar otra vez hasta que un día ésto cambiaría a la tienda entraba una mujer pelirroja la cuál comenzaba a observar las creaciones que el herrero tenia en exhibición y diciendo que no estaba mal para un mortal algo que molestaba a Hefesto ya que se trataba de otra diosa algo arrogante pero durante su charla ambos dejaban ver algo de su temperamento a lo cuál Hefesto descubría que aquella mujer de cabello rojo era otra diosa herrera, algo común entre los dioses de la forja era su mal temperamento aveces hasta entre ellos mismos discutían
-y bien vas a comprar algo o sólo a dejar en claro que eres mejor que yo sólo por ser una divinidad?
El sarcasmo ya se habia vuelto habitual en Hefesto o más bien siempre habia sido asi sólo fingía la amabilidad aunque realmente lo era geninuamente con aquellos a los que apreciaba
-no deberías ser arrogante mortal y mucho menos enfrente de alguien que domina tu oficio...
-si, si ya se cómo acabará ésto, sólo dirás que por ser una deidad eres superior a mi y incluso si demostrará lo contrario te ofenderias y no se supongo me matarias justificándote con que fui arrogante, sabes de dónde vengo hay una historia así...
-muy bien humano... veamos quien es mejor herrero si tu o yo, Brigid la herrera!
Aquella mujer finalmente revelaba su identidad siendo una de las diosas celtas trillizas conocidas cómo Brigid cada una tenía sus dominios en este caso era la Brigid encargada de la forja y la inspiración a lo cuál con un simple chasquido de sus dedos aparecía sus herramientas de trabajo mientras que Hefesto hacia lo mismo poniendise su delantal y caminando hacia el fuelle para encender el fuego y dar inicio a la competencia
-veamos quien de los dos forja mejores cosas, mortal estas listo!
-un herrero siempre está listo para trabajar
Aquella frase hacia que la diosa mostrará una sonrisa aunque aquel mortal fuera insolente habia visto su dedicación al oficio sólo con es frase asi qué rápidamente ambos comenzaban a trabajar en poco tiempo igualandose en el ritmo haciendo que los martilleos de ambos se sincronizaran formando una curiosa armonía, Hefesto y Brigid sonreían finalmente ambos encontraban algo que buscan, la diosa celta habia encontrado un herrero que pudiera llamar compañero y rival al igualar su talento mientras que Hefesto habia recuperado su motivación para forjar finalmente sus creaciones volvian a tener esa ardiente aura reflejando la pasión de Hefesto el cuál entre más trabajaba comenzaba a revelar su identidad, finalmente la competencia habia concluido sin un ganador porque ambos eran bastante hábiles, Brigid se habia disculpado por su comportamiento inicial y Hefesto hacía lo mismo ya que no le agradaban mucho los dioses arrogantes por experiencias pasadas ambos rivales habían quedado en buenos términos y compartiendo información sobre forjar asi Hefesto conoció sobre armas celtas ademas de las que ya había repararlo para los dioses, tiempo después Hefesto ya estaba listo para partir y su rival le habia deseado suerte en su viaje ademas de expresar sus deseos de tener algún dia otra competencia cómo cuando se conocieron.
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El viaje del herrero
ActionHefesto siempre sintió un sentimiento de vacío no importaba si estaba casado con la encarnación de la belleza, si creaba armas poderosas y maravillas o incluso si era venerado por los humanos cómo uno de los 12 olímpicos el siempre sentía que le fal...