El viaje del herrero

Capítulo 17

Hefesto seguía mirando a Zeus esperando su decisión ambos seguían mirándose fijamente incluso la tensión era palpable en el ambiente por lo que ninguno de los que aún estaban presentes en la sala se atrevía a decir ni una sola palabra

Zeus: bien Hefesto te escucharé...

Hefesto: bien, no retiro lo que dije en cuanto a renunciar cómo dios de los 12 olímpicos y cómo se que no aceptaras así cómo así que tal si lo arreglamos a tu manera...

Zeus: estas totalmente seguro de lo que dices Hefesto

Hefesto: totalmente, se que no entenderás a palabras y tampoco esta en mis planes estar en conflicto con ustedes o una estúpida guerra sin sentido es más para mi sería un total desperdicio así que lo haremos a tu modo con una pelea si tu ganas me quedó hasta el fin de los tiempos pero si gano aceptaras mi renuncia, dejaras en paz a mis seres queridos sólo para asegurarme que no te metaras con nadie importante para mí

Zeus: y que te hace pensar que aceptaré tus condiciones?!

Hefesto: oh es que acaso tienes miedo?, temes que la profecía se cumpla en teoría soy tu hijo aunque sea sólo de hera pero sigues siendo mi padrastro, o temes que algo superior este en contra de ti?...

Esas palabras en lugar de intimidar al rey de los dioses sólo lo enfurecian a lo cuál rápidamente se sentían rayos y antes que este pudiera atacar era detenido por la voz de su hija

Atenea: padre alto!!!!

Zeus se detenía mirando que Hefesto tenía cerca del puño del mismo una esfera metálica además que estaba en total calma

Hefesto: bien visto lechuza... y también tu por oir a tu hija me pregunto quien habría salido disparado más lejos tu del contraataque o yo de la onda expansiva?

Zeus: que demonios es eso?!

Atenea: una versión de la espada celta Fragarach que el mismo forjó padre, tuve que detenerte ya que esa espada es llamada "la respondona" no sólo por sacar la verdad a su objetivo si no que también es una forma de realizar un contraataque

Zeus: bien mocoso arreglaremos ésto a la antigua pero yo también pondré mis condiciones, sin artimañas, trampas, sin armas externas que hayas conseguido en ese viaje tuyo sólo sírvete de tu habilidad inata y demuestrame lo que vales

Hefesto: bien acepto tus condiciones y sabes bien lo que sigue...

Zeus y Hefesto: juro ante el río Estigia que cumpliré con mi palabra...

Tras ésto tanto el rey de los olímpicos cómo Hefesto sentían una presión en el pecho, un juramento en nombre del estigia era cosa sería Hefesto debía valerse sólo de sus habilidades cómo dios del fuego y la forja pero sin usar sus conocimientos de aquel viaje además que Zeus sólo juró aceptar las condiciones de victoria de Hefesto más no que hiciera algo más en la lucha, para el ésto ya estaba asegurado así que ésto por ahora quedaba concluido ya que la lucha se llevaría al día siguiente

[Locación: forja de Hefesto]

Aquí se encontraba el dios de la forja nuevamente  en su apariencia humana ya que asi se sentia más cómodo, estaba sentando en una mesa con de varias personas cercanas a él a su alrededor entre ellos sus tíos Hades y Hestia que ya sabían todo su plan ahora presenciarian la conclusión, Thetis la nereida que lo acogió cómo un hijo, Eurinome la oceanide que también lo rescató y crío junto con Thetis, varios dioses que conoció durante su viaje y ahora eran considerados cómo amigos del dios