VIII

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Isabel Riv

Si había algo que a Hoseok le gustaba de Hana, eran sus ojos, quizás era el brillo en la mirada, le gustaba

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Si había algo que a Hoseok le gustaba de Hana, eran sus ojos, quizás era el brillo en la mirada, le gustaba. Y la chica frente a el estaba sentada frente a la computadora y el solo la observaba.

—Si sigue viéndome así, no podré terminar el informe para la señora Jiwoo.

— Me temo que no puedo dejar de verte, no cuando te tengo enfrente.

Y a Hana le parecía muy atrevido al soltar esas palabras, no iba a negarlo, se sentía en un sueño y no le sorprenderia que la alarma de su celular la sacara de ese sueño, pero... no estaba soñando ¿no lo estaba no? No, no podia ser un sueño.

Fue cuando el reloj daba las diez de la noche y la señorita Misuk entró a la oficina de Hana que Hoseok dejo de verla de manera boba.

— ¿Hoseok? ¿Que haces aquí todavía?

— Haciendole compañía a Hana, estoy esperando a que la dejes en paz y asi poder llevarla a su casa.

Hana sentía las mejillas arder pm cuando la señorita Misuk la miró con intriga y después vio a Hoseok.

— Le diré a tu hermana que estas interrumpiendo el trabajo de la mejor asistente que ha tenido en su vida.

— Que grosera.

— Hana, puedes retirarte después de eso, y mañana tomate el día libre, ya haz hecho todas las horas extras y me pediste el día libre.

Si, Hana había pedido el día libre solo para ir al árbol donde estaban las cenizas de su madre. Habia perdido ya la noción del tiempo, ¿Cuantos años desde que ella ya no estaba? Hana dejó de contarlos.

Cuando la señorita Misuk se fue, Hoseok se ofreció a llevarla y ella no iba a negarse, jamás iba negarse.

Estando en el ascensor Hana sintió que moría cuando Hoseok le tomó la mano y le sonrió ampliamente. Ella estaba fascinada con la sonrisa que el le brindaba.

— ¿Tienes libre el fin de semana? —preguntó Hoseok mientras le acariciaba con el pulgar la mano de Hana.

— Si... tengo libre este fin de semana.

— Mañana...

— Mañana iré en tren a las afueras de Seúl... — Hana le miró y bajó la mirada cuando Hoseok le miró con atención — es... solo quiero llevar flores a mi madre.

Hoseok no lo sabia, y no sabia sibsusbpalabras serian imprudentes o serian oportunas.

— Mañana tengo libre — mintió, porque evidentemente no tenia libre, mañana ensayarian coreografías y Hoseok no tenia problema en ponerse al corriente así fuera un día antes de una presentación, podía sonar arrogante pero, no había manera de pintar una noche estrellada con estrellas — solo si quieres, puedo acompañarte... digo, yo... no miento cuando digo que quiero conocerte.

YELLOWDonde viven las historias. Descúbrelo ahora