❝Si hay algo que he aprendido de un millón de errores, es que tú eres el único que quiero al final del día.❞
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Pareja: Mr Wolf x Mr Snake (The Bad Guys)
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Notas:
☾ El dibujo de la portada no me pertenece (crédi...
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Le dije que lo amaba, no estoy seguro si me escuchó, el techo estaba muy ventoso y él no dijo ni una palabra
Era una noche helada, siendo más específicos en la fecha, era navidad. Dos chicos se encontraban recostados sobre un sillón en un ventanal.
Hacía mucho viento, el cual movía los pocos árboles que había y chocaba contra la madera del techo. La serpiente estaba casi completamente enredada en el cuerpo del mamífero, ya que, al ser de sangre fría, el invierno era muy pesado para él, y en cambio su mejor amigo era peludo, siempre estaba calientito.
Ambos estaban medio adormilados, pero el lobo miró con curiosidad al contrario, y un "te amo" salió de sus labios. Así, sin más, solo hipnotizado por el animal a su lado. Tal vez fue culpa del alcohol que hizo que se atreviera a decirlo.
Pero el escamoso no dió una respuesta, solo se escuchó un ronquido.
La fiesta estaba acabando abajo, no había nada más que hacer
Sus amigos hicieron una reunión para celebrar, con alcohol obviamente. Antes de subir a la planta alta, sus compañeros se empezaron a descontrolar un poco y el par de amigos prefirió ir a dormir. Más que nada por el frío que hacía.
Solo yo, él y la luna.
El peli castaño solo suspiró con una leve sonrisa, y miró afuera del vidrio. La luna se veía tan hermosa, junto con las estrellas, que parecían pequeños diamantes. Decidió olvidar esas dos palabras, al menos hasta que tuviera otra oportunidad para decirlas, y hacerlo claramente.
Te puse en llamas, cariño y el rayo cayó sobre mi
—No necesito tu ayuda, perro tonto— La serpiente frunció el ceño.
—¿Cuándo vas a dejar de llamarme así? Siquiera haz buenos insultos. Además, deja de ser tan orgulloso— El lobo sonrió socarrón mientras sostenía el paraguas debajo de ambos.
—¡Yo te llamaré y haré lo que se me de la gana! ¡Soy un tipo malo!— Exclamó. Se deslizó a un lado, dejando que las gotas de lluvia cayeran rápidamente sobre él.
El amor puede ser aterrador, por seguro
El de pelaje suave estiró la camisa del reptil de nuevo bajo el paraguas y le guiñó un ojo. Este se sonrojó levemente, y con el final de su cola, le arrebató la sombrilla y la rompió. Ahora los dos se estaban empapando.
