Ice Love ^ ᵏᵒᵒᵏᵐⁱⁿ

༺ 05 ༻

Estabas detrás mío, con tu mano apoyada en mí brazo y tu rostro sobre mí hombro.

Podía sentir tu corazón latir contra mí espalda, y pensé en lo hermoso que era eso. Esos latidos erráticos debido a los nervios de la competencia, me hicieron recordar a las veces en las que los nervios se apoderaron de mí, al tenerte tan cerca, o cuando juntabas nuestras manos y las entrelazabas entre si.

Me pregunto si alguna vez lograste sentir el latir de mí corazón cuando estábamos juntos, si te habrás dado cuenta que fueron a causa de ti...

No lo sé, pero me gustaría que alguna vez te dieras cuenta lo que provocas en mí.

Fuera de mis pensamientos, se escuchó a la música comenzar a sonar.

Your eyes tell sonaba de fondo y ahí me di cuenta de que era momento.

La mano que mantenías sobre mí brazo, se deslizó hacia la mía y la tomaste, luego nuestras miradas se unieron y nuestro agarre se fortaleció.

Me miraste una vez más con tus hermosos ojos antes de sonreír, y darte la vuelta quedando ahora a espaldas mío, me deslice buscando nuevamente tu mirada, tratando de entender lo que querías decirme a través de ella, y al momento en que puse mí mano sobre tu mentón, y eleve tu rostro, nuestras miradas se conectaron una vez más, y fue ahí donde entendí que daría todo por poder verte a los ojos y decirte mediante ellos lo mucho que te amo.

Nos deslizamos sobre la pista, con nuestras manos unidas, comenzamos a tomar impulso, y una vez lo obtuvimos dimos aquel salto que tantas veces practicamos, donde te elevaba hacia arriba haciendo que dieras giros para luego poder tomarte entre mis brazos nuevamente.

Aquel tipo de saltos eran los que más me gustaban, porque sentía que nuestra química aumentaba aún más, sentía que éramos uno solo, que entre nosotros dos no había nada más que importase, solo eramos tu y yo, nadie mas.

Seguimos deslizándonos sobre la pista, y hubieron momentos donde nuestras manos se separaban, pero rápidamente las volvíamos a unir, aún así fuera para realizar saltos o pasos que lo requieran, ambos sabíamos que era porque nuestras propias manos pedían estar en contacto con las contrarias, eran como imanes entre ellas, dos fuerzas que pedían a gritos estar siempre juntas.

Nuestras miradas chocaron mil veces, tu rostro se veía cada vez más etéreo, a pesar de todas las luces que habían en ese momento iluminándonos, podia sentirte brillar a mí alrededor, como si la única luz que hubiera en ese momento fueras tu, y pensándolo bien, lo eras. Eras la única persona capaz de iluminarme y hacer de cada momento, uno especial, lo eras todo para mí.

Aún así la oscuridad me cubriera una solo mirada tuya me iluminaba y elevaba hacia lugares que nunca creí que existieran, me hacía sentir que todo valía la pena si era a tu lado, como si caminar a tu lado, fuera lo único importante en mí mundo.

No podía creer en lo que te habías convertido, te conozco desde hace años, éramos apenas niños cuando nuestras miradas se cruzaron por primera vez, yo tenía 7 años y tu 9.

Pasaron casi 20 años desde eso, pero aún lo recuerdo como si fuera ayer. Aún recuerdo como te acercaste a mí, y me ayudaste a levantarme, era mi primera vez en una pista sobre hielo, confieso que la idea nunca me gustó hasta ese momento, ese día fuí prácticamente obligado porque mí madre quería que comenzará algún deporte, y como a ella le gustaba el patinaje sobre hielo, esa fue su primer opción.

Recuerdo que el día anterior había hecho un gran berrinche porque no quería hacer patinaje, no me gustaba la ropa que usaban, y además tampoco era muy fan del frío, odiaba sentir mis manos frías.