Pasión en la sala de Profesores

II: El pequeño incidente

🤬CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES PURA COINCIDENCIA🤬

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Pablo Jose se dirigía a la sala de profesores después de haberse hecho un café. Pero algo—o más bien alguien— hizo que se detuviera. De camino, se encontró con que no todos los alumnos se habían ido al patio. Pues había concretamente tres alumnas en una clase. Le llamó la atención precisamente una de ellas, Maria Manola Begoña. Ella era una alumna promedio en inglés (su asignatura estrella, la que más le gustaba enseñar). Y justo daba la casualidad de que había estado corrigiendo un examen suyo.

Picó tres veces a la puerta—la cual se encontraba entreabierta—, y , al momento, Maria Manola levantó la cabeza. Hicieron contacto visual y desde ahí supo que tenía algo que ver con ella.

—Perdona, ¿puedo hablar contigo un momentillo?

Ella miró a sus compañeras, ambas se encogieron de hombros y siguieron haciendo lo que estaban preparando. Maria Manola dejó el lápiz que sostenía sobre la mesa y se dirigió a la puerta, donde se apoyó en el marco, esperando a que Pablo Jose comenzara a hablar.

—Has hecho muy bien el examen, pero me ha vuelto a faltar algo. Esta vez no te he puesto un 4 '99, te he aprobado.

—Ah.

—Te expresas bien y eso, me he reído leyendo tu reseña, pero no es lo que te pedía.

—Vale.

Él, satisfecho, después de haber conseguido animar a alguna alumna, se dirigió a la sala de profesores. Instintivamente, observó la silla de Manuel Antonio, que estaba vacía porque le tocaba vigilar patio. Qué cosas, en los años que ambos llevaban en la escuela, nunca les había tocado vigilar patio juntos...

Suspiró, estuvo un rato hablando con Maribel Siete (la tutora del otro curso) y sacó sus auriculares. Los conectó al ordenador y encendió su playlist de Adele. Le encantaba trabajar con música de fondo.

De repente, le saltó un anuncio. Era un anuncio de aliexpress. Lo que le llamó la atención fue la foto, unos calzoncillos que parecían tener una extensión en la zona del miembro viril. Comenzó a leer la descripción del producto: "Ropa interior Sexy para hombre, Bóxer suave en forma de U de seda de hielo sin huellas..."

No sabía cómo, pero leer eso había causado que se le levantara un poco. Solía tener mucha facilidad para eso. Miró alrededor, Maribel Siete se había ido a que le diera un poco el aire, así que no había nadie que lo pudiera ver. Se levantó, buscando alguna cosa con la que taparse la obvia erección, pero tan solo encontró su estuche en el que ponía "I am a teacher, what 's your superpower?". No había otra opción. Era eso o nada. Y eligió eso. Habían apenas unos pocos pasos hacia el baño de profesores. Estaba en el pasillo. Decidido y con la cabeza alta, emprendió su marcha. Le pareció oír el timbre, así que aceleró sus pasos. Abrió la puerta y la cerró a sus espaldas. Sopló. Comenzó a escuchar cómo poco a poco los alumnos iban subiendo las escaleras y sus nervios aumentaron, pues tal vez algún profesor querría entrar antes de comenzar la siguiente jornada de clases.

Los ruidos terminaron cesando, pero no podía decir lo mismo de su pistolita. Seguía lista para disparar, estaba cargada.

Aprovechó y, con un golpecito, puso el pestillo. Buscó cualquier cosa que le sirviera para taparla, pero de verdad, sus esfuerzos fueron en vano.

Todo pasó muy rápido.

La puerta se abrió, resulta que no había puesto bien el pestillo.

Pablo José se giró repentinamente, asustado.