Tne one that got away

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La primera vez que vi a Katsuki fue en el cielo. Llegó volando con su enorme dragón, escupiendo fuego a nuestros enemigos, su ejército apareció desde el oeste a unirse a la batalla, los soldados gritaban de alegría al ver llegar a los bárbaros que mi padre contrató para ayudarnos en la guerra. Yo no reaccioné de inmediato, estaba demasiado hipnotizado por el hombre que ahora se lanzaba a la tierra para unirse a la pelea. Cuando lo perdí de vista reaccioné, y volví a blandir mi espada. Luego de la llegada de los bárbaros la victoria fue rápida, mi padre tenía razón, son brutales en la batalla.

Como fortalecimiento de alianza, mi padre los invitó a la cena de celebración, esa fue la segunda vez que lo ví. Entró a la carpa principal con dos hombres a su lado, él no llevaba camisa, mostraba orgulloso su torso lleno de cicatrices, tenía una piel por capa y pantalones desarreglados, de pronto, me sentí muy formal. Me acerque junto con mi padre para darles la bienvenida y ofrecerles un sorbo de vino, como era tradición.

—Me alegra que cumplieran con su palabra—Le dijo mi padre en un tono arrogante

—Nunca escapamos de la batalla—Le respondió Katsuki con la misma arrogancia—No cuando ya nos han pagado

—Este es mi hijo, Shoto—Mi padre me puso una mano en el hombro, instándome a avanzar

—Peleaste bien—Fue lo único que pude articular

Él no me respondió de inmediato, se limitó a mirarme de arriba abajo con sus terribles ojos carmesí, como si solo eso le bastara para crearse una imagen de mí, o por lo menos eso pensé, pues no me devolvió el halago.

—¿Dónde está la comida entonces?—Preguntó, volviendo a dirigirse a mi padre, a quien no le importó el desazón. En ese instante decidí que todo lo que tenía de impresionante lo tenía de imbécil.

Él y sus amigos comieron y bebieron más que un batallón entero, no hablaron con nadie, no estaban preocupados por hacer alianza, solo querían llenar su estómago, me pregunto hasta cuando mi padre los contratará, la guerra por el trono está lejos de terminar, pero sus recursos se hacían escasos, mantener un ejército era bastante caro y los soldados se estaban cansando de tantas batallas.

De pronto, me sentí sin aire, tomé una manzana y salí a alimentar a mi caballo. Se merece una recompensa por su esfuerzo de hoy. La noche es cálida, demasiado para mi gusto, pero es preferible que sea así, en invierno la guerra resultaría mucho más difícil.

—¿Tienes hambre?—Le ofrecí la manzana, pero la rechazó, estaba muy bien entrenado y sabía que no debía comer a deshoras—Vamos, te lo mereces—Insistí, entonces la tomó

—¿Le hablas a tu criatura?—Solo había escuchado su voz una vez, pero ahora sé que podría reconocerla donde fuera

—¿Tú no?—Le pregunté sin voltearme a verlo

—No lo necesito, me entiende con una mirada

—Debes estar orgullo

—Lo estoy

Por alguna razón, no noté cuando se acercó, pero al levantar la mirada estaba justo a mi lado, inspeccionando a mi caballo.

—Es una buena criatura—Me dijo luego de olerlo demasiado cerca—Cuídalo, princesa

No tuve tiempo de insultarlo, se fue demasiado rápido y yo me quedé con las palabras en la mente, repitiendo miles de respuestas inteligentes que debí haberle dicho y no me salieron.

***

Con mi padre, algunos soldados y criados nos instalamos en un pequeño castillo que ganamos en la batalla anterior, debíamos seguir avanzando y ganando alianzas, todo para obtener el trono y la corona.

The One That Got AwayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora