Y Así, el Héroe ha Caído

3 0 0
                                    


El héroe contra el villano. La típica batalla final entre el bien y el mal. El villano va ganando. Todos los amigos del héroe habían sido derrotados, y este no se encontraba muy lejos de sufrir su mismo destino. El villano empezó a regodearse. Su amada se encontraba allí, apoyándolo. Y su plan para conquistar el reino estaba por dar resultados, solo se interponía un chico creído, que había empezado su cruzada hacía un mes.

El héroe estaba cansado, casi derrotado, se lanza para atacar al villano, pero este lo esquiva y le da un codazo en la espina. El héroe golpea el piso, pero se levanta. Carga un golpe de energía, pero lo erra y el villano lo lanza hacia donde habían quedado el resto de su banda. El héroe arremete de nuevo, pero esta vez es la amada del villano la que lo detiene y lanza hacia una pared de una patada.

- ¿Estás bien, Arny? – pregunta esta al villano, quien le devuelve una sonrisa.

- Siempre, Davida – contestó él con una mirada de confianza.

El villano dirigió su mirada al fondo del lugar. El héroe se había puesto de pie. Mal herido, este volteó hacia sus amigos, quienes trataban de salir de bajo los escombros que les habían caído encima. Vio a Azai, un joven fornido, quien fue el primero en salir, y recordó la vez en que lo salvó se un derrumbe, a los pocos días de haber comenzado su aventura. Luego vio a Béltran, un chico flacucho, que nunca se quitaba sus lentes, y recordó aquella vez en que, con su gran inteligencia, logró descifrar los secretos de la cámara que resguardaba el poder que actualmente cargaba. Vio a Allanys, su amiga de la infancia quien, a pesar de encontrarse cubierta de tierra, seguía igual de hermosa que siempre, y recordó aquella noche romántica, en la cual casi le llegó a robar un beso. Y vio a Kelvin, su mejor amigo, y recordó aquella tarde de verano, bajo un hermoso cielo despejado, cuando ambos juraron siempre estar el uno para el otro.

Los vio, y recordó cada uno de los momentos que pasaron juntos. Cada alegría y cada pena. Cada caída y cada motivación. Cada día y cada noche que pasaron juntos en aquel viaje. Viaje que estaba por llegar a su fin, pero que nunca olvidaría.

El héroe fue imbuido por un aura de poder. De pronto su presencia se volvió más amenazadora. Aquel antiguo poder que había conseguido para derrotar al villano, se estaba potenciando con sus emociones. Todos sus amigos lo miraban con esperanza, mientras le lanzaban ánimos y vítores. El héroe lanzó un ataque super poderoso hacia el villano. Una estela de polvo se levantó, mas cuando esta se disipó, no fue el villano quien se encontró en el suelo. Quien yacía boca abajo en el piso era Davida. El villano se acercó a su amada, la volteó y la apoyó contra sí mismo. Una gran quemadura cubría la mitad de su cuerpo, y le había desintegrado un brazo. Desesperado, el villano buscó la forma de curarla, pero ella estaba muy grave.

- Vas a estar bien, Davi, lo prometo – dijo Arnold revisando la preocupante herida de su amada.

- Arny – le llamó la atención esta última –... solo prométeme... que cumplirás... nuestro sueño... – le pidió apoyando su mano restante en el rostro del villano –. Y... no... olvides que... te amo... – sin fuerzas, esta volvió a caer.

Aquellos sentimientos viajaron hasta Arnold, quien dejó el cuerpo sin vida de Davida en el suelo. Volteó hacia el responsable, el héroe, quien lo miraba con una sonrisa.

- No te preocupes – dijo el héroe preparando otro ataque igual – esta vez no fallaré - el villano se puso de pie; su rostro serio fue atravesado por una lágrima –. Ahora siente el poder de todos noso-

***

Silencio. Un profundo silencio se había apoderado del lugar. Sus amigos no podían más que observar como el héroe se desplomaba en el suelo con un agujero en el pecho. Levantaron la vista solo para ver al villano, con su brazo derecho cubierto en sangre, y un corazón en su mano. Este volteó a verlos.

Sueños de MadrugadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora