¿Qué ocultas?

Capítulo 4: Demasiado rápido

Rick

Joder había ido todo demasiado rápido con Licia. Estaba claro que me atraía pero acabamos de conocernos.

Estaba totalmente confuso y era de madrugada, así que fui a casa de la única persona que me entendía. Trepe por la ventana que siempre estaba abierta y entre.

-Joder tío, haz el favor y llama antes para avisar que vienes o quieres matarme del susto- dijo Archi medio dormido

-Yo, lo siento- dije casi sin voz

-No jodas Rick, estás bien qué te pasa ¿ Madison?- dijo preocupado

- Te tengo que contar algo de Licia- dije como pude

-Por fin en todo lo que te conozco me vienes a contar un problema con una chica que te gusta- dijo medio en broma

-Capullo- me empecé a relajar- Haber hoy tuvimos la cita- continúe

- Ya la chapa que me diste con la cita- se rio en bajo para no despertar a sus padre que dormían en el piso de abajo

-Pues le lleve a los sitios que te dije y al final me dijo que si quería cenar con ella. Y estuvimos viendo pelis, leyendo libros, hablando y cosas así. Hasta ahora que le dije que me tenía que ir- le explique

-Joder entonces genial ¿no?- pregunto

- Pues haber si, pero lo que me preocupa no es eso es que para despedirnos me beso y yo le seguí el beso sabes- dije nervioso

- Vale tío el problema no lo entiendo- dijo seriamente

-Pues que le bese ¿no me oyes?- le respondí

- Haber tío es normal ella te gusta y tu le gustas, está claro si te beso- me explico

- Ya pero ¿en la primera cita?-le pregunté

- Si¿Por qué no? ¿En qué época vives? estamos en el siglo XXI- bromeo el casi riéndose

-De todas formas el problema no es ese¿ no?- continuo hablando- El problema es que te da miedo meterla en tus problemas- dijo justo lo que estaba pensando.

-Pues sí tío me gusta esa chica mucho desde hace tiempo me parecía atractiva y ahora puede que yo también a ella pero tengo miedo de cagarla yo y de que encima la meta en mis problemas de mierda- dije sincerandome.

-Haber tus problemas son complicados, pero puedes tener algo con ella sin que se entere de tus movidas- propuso

- No ella se merece que este con ella al  100%- dije seguro

- Vale, entonces qué prefieres ser el capullo que le aleja de él por sus problemas- dijo el ya cansado de discutir - Mira yo creo que lo deberías hacer es ir poco a poco y apoyarla y cuando te sientas preparado le cuentas tus mierdas- me propuso

- Ya, hazme sitio en la cama que no me apetece ir a mi casa- dije terminando la discusión

Al día siguiente, el domingo por la tarde fui a verla. Para hablar con ella. Toque el timbre y me abrió estaba en pijama con cara de enferma.

El pijama era de unicornio y llevaba el gorro puesto estaba para comérsela de lo mona que estaba.

-Hola, pensé que no vendrías, entra- me dijo

-Hola ¿Qué te pasa te encuentras mal?- pregunte

-Un poco estaba viendo una peli quieres verla- me pregunto

- Te iba a proponer lo mismo- señale la bolsa llena de chuches, palomitas y chocolate

-Me encanta el dulce, vamos a elegir otra película ya acabare esta otro día- me dijo feliz

Tenía la ilusión de una niña pequeña, era tan tierna. Pero a la vez tan madura y tan lista.

Estuvimos viendo Teen beach, riéndonos y comiendo. Era tan fácil la tarde con ella, se me olvidaba todo.

-Tengo que hablar contigo de lo de ayer- dije un poco serio

- No tienes que decir nada si no quieres, yo soy demasiado impulsiva, a veces no pienso las cosas simplemente las hago.....- intento seguir pero la corte

- Licia me encanta eso de ti eres la persona mas natural y transparente que he conocido así que no te reprimas. Además no me obligaste yo también te respondí el beso con ganas- dije lo ultimo riéndome

- Ayer fuimos un poco rápido eso es verdad, no es que no me gustara me encanto, pero creo que debemos ir más lento conocernos mas, por que yo quiero conocerte. A si que por que no lo llevamos como hasta ahora- propuse

- Me parece bien pero entonces ¿si tengo ganas de besarte no me reprimo?- pregunto

-Nunca reprimas nada de lo que sientes con nadie y menos conmigo- dije feliz

Y me volvió a besar por segunda vez. Fue un beso con ganas por las dos partes, fugaz, como si solo existiera eso en el mundo, nuestras lenguas fusionadas.

Y fue tan alucinante como la primera. En ese momento supe que como había leído en los libros: nunca me cansaría de besarla, de descubrirla, de conocerla.

Y si nos reímos después de retomar la respiración porque éramos muy raros. Estallamos a carcajadas. Y su risa era tan bonita, era el mejor sonido que había escuchado.

- Es tarde ¿no te tendrías que ir?- me pregunto

- Vaya indirecta mas directa para que me largue, me diste un beso y ahora me echas - bromee

-No idiota, pero ¿no te reñirá tu madre por llegar ayer tarde y hoy tarde?- pregunto

-Ahora me insultas- bromee para escuchar otra vez su risa- ¿Y a ti no te castigara tu padre por traer dos días seguidos a un chico?- pregunte evitando su pregunta

- Si se lo cuento no me puede reñir- se excuso

-Pues tienes razón me tendré que ir- me levanté y ella también se levantó.

-Hasta mañana rizos- me dijo con voz dulce

-¿Rizos?, me gusta-respondí

Me dio un beso corto en los labios de despedida

- Buenas noches unicornio.