Las jugarretas de Lili

2. Comienzan las clases

Era una mañana normal, bueno no completamente normal, después de todas las vacaciones de verano se habían terminado. Llegaba el primer día de clases en el internado de Perfect children's, antes de eso todos los padres se despedían de sus queridos hijos o hijas e iban a la parada de autobús donde venía el autobús de Perfect children's, y como no, la directora la señorita Beatriz aprovechaba para saludar a todos los padres. 

Una de las cosas que Lili odiaba más de ese internado era el uniforme: Corbata de color vomito, Chaquetita que no abriga nada, falda para chicas obligatoria, por debajo de las rodillas y por ultimo calcetines por encima de la rodilla; En resumen juntaba todo lo que odiaba Lili: 

1.el vomitar 

2.las chaquetas que no abrigan nada 

3.Las faldas por debajo de las rodillas 

4.Los calcetines infinitamente largos, Lili preferia mil veces llevar leotardos en vez de clacetines infinitamente largos.

Como era de esperar la directora la señorita Beatriz se acercó a hablar con los padres de Lili, Edurne y Daniel.

-Hola, espero que este año te portes mejor, ¿verdad peque?-Lili odiaba que la directora le llamara así,así que solo asintió con la cabeza.

-Si, esperemos que este año se porte mejor, en cualquier caso gracias por su paciencia con ella todos estos años señorita Beatriz. -Dijo la madre con voz dulce, aunque a decir verdad aunque Edurne, la madre de Lili, no lo supiera, la directora la señorita Beatriz, no tuvo ni pizca de paciencia con Lili todos estos años.

Cuando terminaron de hablar Lili subió al autobús junto a Mateo, su mejor amigo. Pero lo que ninguno de los presentes sabía era que Lili en su maleta había metido a su perrita Sorgui, no querría estar otros tres meses sin verla así que esa fue su única opción y decidió contárselo a Mateo mientras viajaban en el autobús de Perfect children's, así que Lili le susurro a Mateo:

-Pssh, pssh, Mateo.-Dijo Lili susurrando.

-Lili nos sentamos al lado te estoy oyendo-Dijo Mateo.

-Shh, shh, Mateo habla más bajito, tengo que contarte algo, pero es un secreto-dijo Lili susurrando.

-Vale, pero ¿cuál es?-Dijo Mateo mientras guardaba su libro en la mochila.

-He traído a Sorgui, mi perrita, en mi mochila.

-¡¿Qué has hecho que?!-Gritó Mateo muy preocupado.

-Shh, Mateo habla más bajito, ¡Oh no viene la señorita Beatriz!, disimula. -Dijo Lili con tono de preocupación.

La señorita Beatriz oyó el ruido y fue ha ver lo que sucedía, ya que como no, los alumnos de Perfect children's debían de ser perfectos, como su nombre indica. La señorita Beatriz en aquel momento llevaba su látigo, cosa que los niños no entendían ya que nunca lo usaba, ni siquiera cuando estaba hecha una furia, algunos niños pensaban que era una bruja y que esa era una especie de varita que la protegía de los espíritus malignos, otros que era un amuleto que le había regalado el demonio y que eso hacía que fuera tan mala, fea y seria. Sinceramente no me quiero enrollar, ya que todos sabemos que ahí más de 10000000...(y un trillón de ceros más) pensamientos que tienen los alumnos de Perfect children's sobre la directora la señorita Beatriz, pero si me pongo a contarlos ahora seguro que ocupamos un %101 por ciento del libro así que..sigamos con la historia. Como os iba diciendo la señorita Beatriz se dirigió al asiento donde se sentaba Lili, ya que cada vez que alguien hacía algo malo en el internado, según la directora, Lili siempre tenía algo que ver, que si pasaba por hay al lado, que si les había dado la idea o como sucedía normalmente que lo había hecho ella.