“Joven maestro, está de vuelta”.
“... sí, Ron”.
Este viejo aterrador. Había estado esperando a Cale en la puerta. Cale no esperaba que él realmente estuviera esperándolo. Cale estaba asustado, pero pensó que en realidad era para mejor.
La mirada de Ron se volvió hacia Choi Han, y su sonrisa benigna de repente se puso rígida.
'Ron debería estar en un nivel donde pueda estimar la fuerza de Choi Han'.
Choi Han también le devolvió la mirada a Ron. A Cale no le importaba que tipo de ataques se estaban enviando a través de sus ojos e hizo lo que tenía que hacer. No se había acabado todavía.
“Sígueme”.
Cale llamó a Choi Han una vez más y comenzó a caminar. El criado, Ron, siguió rápidamente a Cale.
“Joven maestro, ¿qué está pasando? Me encargaré de este invitado si me dice que lo necesita. Además Lady Vallolet lo lleva esperando desde hace tiempo y...”
“¿Lady... Vallolet?”
La pregunta de Cale, dislocó un poco a Ron, aún así sonrió fingiendo no darse cuenta.
“Si. Le dije que no sabía cuándo volvería, pero dijo que esperaría ya que era algo importante lo que tenía que decirle.”
Hizo una mueca, Cale tenía una ligera sospecha de quién era esa dama, pero muy en el fondo rezaba que no fuera así.
“Está bien, veré que es lo que quiere”.
Se dio la vuelta para ir donde se suponía que lo esperaba la joven. Nervioso, Cale abrió las puertas siendo recibido por la espalda de una mujer.
Una figura de reloj y aquel vestido rojo con corte de sirena, situaba muy bien su bella figura.
“Estaba empezando a pensar que en realidad no querías verme... ¿Aún sigues enojado conmigo? Cariño”.
Dándose la vuelta, Cale vio por primera vez unos brillantes ojos rojos similares a dos Rubíes, además de aquella sonrisa coqueta.
Cale pensó que aquella extraña sensación en su pecho, eran los sentimientos del Cale original.
9/04/2022
PRÓXIMAMENTE...
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유혹 나비 ▪ T.C.F. [Cale Henituse]
FanficMARIPOSAS DE SEDUCCIÓN ────────; Las tentaciones como tú, merecen pecados como yo. Ella arañaba mi espalda en busca de mi alma, yo mordía su cuello; nunca había sentido tal divinidad. Ahí fue cuando comprendí que la lujuria no es otra cosa que la gu...