repartidor.

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en un día normal en la empresa, minho se encargaba de llevar a cada director y líder de equipo la notificación de la reunión semanal, pasando por todas las oficinas correspondientes para dejar el mensaje hasta llegar a la del elegante director bang.

一 la reunión iniciará en una hora. 一 anunció minho, luego de leer una agenda, mirando con porte serio a quien sería uno de sus jefes.

一 perfecto 一 contestó chan, tranquilo, mientras daba una vuelta en su silla giratoria cual niño pequeño 一. eso significa que tengo tiempo para comer.

minho enarcó una ceja, cambiando de su semblante serio a uno confundido.

一 ¿a caso no comiste? 一 preguntó en informal, pasando de su papel de pasante responsable, al de novio protector, a lo que el mayor se quedó en silencio 一 te hice el almuerzo de hoy.

el tono con el que las palabras del menor salieron, hicieron temblar a bang.

一 lo sé, pero... lo olvidé.

el azabache rodó los ojos.

一 por supuesto 一 soltó lee con sarcasmo en un suspiro que denotaba su molestia 一, porque, claramente, puedes dejar el almuerzo que guardé en tu bolso. claro que sí.

el castaño palideció.

一 b-bueno, es que también olvidé mi bolso.

instantáneamente, después -y convenientemente para el azabache- la secretaria del director entró.

一 director, dejó su bolso en mi escritorio sin querer. 一afirmó la fémina, inocente de la situación, mientras que, con una reverencia, entregaba el objeto y se iba poco después.

minho, en cuanto la mujer se retiró, colocó una expresión que puso a chan con la piel de gallina.

一 ¡o-oh! ¿de verdad lo hice? vaya, qué despistado soy. 一 afirmó entre ligeras risas nerviosas, razón por la que el menor bufó.

一 este pequeño malagradecido, todo porque no le gusta el spaghetti. 一 murmuró minho entre dientes, a la vez que, poco después, se daba la vuelta para salir a paso firme.

chan se permitió respirar sólo en cuanto el menor abandonó el lugar.

一 debí haber dicho que se lo dí a un vagabundo.

el castaño chasqueó la lengua y negó con la cabeza, mientras guardaba esa excusa para la próxima vez.

minho estaba en su pequeño puesto de trabajo, organizando un par de carpetas y contratos que debía revisar cuando vió cómo un castaño pasó rápido frente a su escritorio. alzó la vista y se fijó en cómo el director bang iba apresurado a recibir a un repartidor de comida rápida.

一 ¡wow! eso fue rápido 一 exclamó emocionado el castaño, mientras tomaba algunas de las bolsas 一. gracias~ 一 canturreó al final.

pero, por andar de emocionado, se le cayó el dinero que debió haberle entregado al chico de la comida. chan se disculpó, de inmediato dejó las bolsas en el mostrador de la recepción y se agachó para tomar el dinero.

minho estaba dispuesto a continuar su labor al ver que no ocurría nada realmente importante, pero, de reojo, logró notar cómo aquel repartidor estaba dejando su mirada en un lugar donde claramente no debía ir.

por mucho tiempo.

demasiado realmente.

一 aquí está el dine-

一 director bang.

chan se giró un poco sobre su propio eje, para ver al pelinegro que se acercaba con aspecto despreocupado, pero elegante, de alguna extraña manera.

一 ¿qué ocurre, minho-ssi?

minho miró momentáneamente al descarado repartidor, para luego ver a su "jefe".

一 el señor jeong quiere que vaya a la comisaría, necesita un testigo para la denuncia de acoso sexual.

一 ¿yunho? ¿está denunciando? 一 chan no estaba captando del todo, cosa que lee agradecía en demasía. todo lo contrario del repartidor, quien, de inmediato, posó su vista por encima de la cabeza del ejecutivo.

su piel se había vuelto tan clara, que hacía reír a minho al compararla con la de gasparín.

一 un tipo le estuvo mirando el culo-

一 lenguaje.

一 lo siento 一 se disculpó minho, carraspeando después en un intento de ignorar "la mirada" de chan sobre él 一. pero, sí... era eso.

chan soltó un "wow", antes de asentir y volverse a girar.

一 ah, sí 一 recordó el castaño al ver al extrañamente pálido repartidor 一. muchas gracias.

el director le entregó el dinero, tomó las bolsas de comida y se retiró, dejando al azabache de mirada oscurecida con el repartidor.

一 hey, tú 一 llamó minho, luego de unos segundos, ganándose la atención del muchacho 一, ¿también quieres una denuncia por acoso sexual? deja de verle el culo tan descaradamente a la gente y lárgate.

la voz del azabache se había vuelto profunda e iba con una clara cantidad de acidez en su timbre, que hizo que el repartidor sólo tomara sus cosas muy rápido, para irse luego de hacer una reverencia y pronunciar un tembloroso "lo siento".

minho bufó con rabia cuando lo vió salir, razón por la cual la recepcionista rió ligeramente.

一 y tú, ¿de qué te ríes, eh?

la chica de inmediato guardó silencio, mirando muda cómo el pelinegro se iba con pasos fuertes y una nube de pesadez sobre sus hombros.

一 parece un león. 一 afirmó en voz alta la mujer, con una ligera risa, para después continuar con su trabajo como si nada.

𝗹𝗶𝗼𝗻,  𝖻𝖺𝗇𝗀𝗂𝗇𝗁𝗈.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora