↬ | Extra

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Padres.

A la mañana siguiente, TaeHyung fue el primero en despertar. Abrió lentamente sus ojos, con pesadez, frunciendo el ceño mientras un par de finos rayos de sol se posaban fijamente sobre sus párpados.

Sin embargo, no había sido aquella tenue luz la que logró acabar con su estado de sueño, sino el sonido de una madera siendo rascada con ímpetu. Lleno de curiosidad, giró –cautelosamente– un poco su cabeza para mirar la sombra que se asomaba por debajo de la entrada a su habitación, sitio del que sabía con certeza que provenía dicho sonido.

Si le preguntaran, Kim podía nombrar –prácticamente sin duda alguna– a quien era el autor de tales arañazos, mismos que cesaron al segundo siguiente.

Rio bajito, totalmente enternecido.

«Seguramente TaeJi se lo llevó», pensó de inmediato, regresando sin más su cráneo a la mullida almohada, y suspiró, relajado. Posteriormente, sus ojos se encontraron con una vista que no sabía –hasta ese momento– querrían hallarse cada día al despertar: el sublime rostro de su adorado novio.

«Oh, guao...»

Al caer en cuenta de su situación actual, TaeHyung se paralizó un instante, totalmente embelesado; sin saber cuándo, había empezado a contener el aliento. ¿Acaso fue hechizado de repente?

Tragó pesadamente luego de liberar el aire retenido en sus pulmones, y llevó su diestra cerca de la mejilla ajena para acariciar apenas por encima, dando un delicado cariño. Seguidamente, habló entre dientes, de manera inconsciente:

Por todos los cielos, JungKook-ah. Eres simplemente... hermoso.

De pronto, miró al pelinegro removerse entre sus brazos, sorprendiéndose por ello y ocasionando que regresara en un santiamén la extremidad a su propio costado; TaeHyung dedujo que su aliento había chocado contra la frente y los revoltosos mechones azabache de su chico, quizá haciéndole cosquillas.

JungKook por su parte –y aún con los ojos cerrados–, largó un suspiro mientras se acurrucaba un poquito más cerca de su hyung. Incluso dormido, logró ceñir la camisa ajena a la altura del abdomen, provocando que inevitablemente TaeHyung soltara una risilla al sentir dicha acción, misma que terminó despertando al menor.

Las miradas de ambos se encontraron, una mostraba más admiración que la otra. Jeon sonrió alegre, sus dientes frontales apenas mostrándose al hacerlo, mientras que unas pequeñas arruguitas se formaban bajo sus adormilados ojos. Un breve silencio se había hecho presente en el momento, aunque este fue interrumpido de intempestivamente por Jeon cuando sin más, dijo prácticamente en un susurro:

—¿Sabes, hyungie? En el último tiempo... una escena parecida a esta venía a mi mente de vez en cuando.

Kim pareció haberse transformado en piedra por un instante, pues a pesar de querer soltar siquiera un suspiro, fue incapaz de hacerlo. Realmente era como si su novio consiguiera hipnotizarle, poniéndolo completamente a su merced.

Aunque siendo honesto, lo segundo en realidad sí que era así.

Tú y yo, de esta manera —escuchó hablar al otro, sacándolo de su trance—, despertando juntos... Es algo lindo, ¿no lo crees?

TaeHyung sintió a su corazón acelerarse sin más, y asimismo, fue consciente del calor que de a poco se apoderaba de su rostro, provocando un apreciable sonrojo en sus mejillas.

—Oh, uhm, sí —espetó él, con esfuerzo.

Un largo suspiro escapó por parte de JungKook, completamente sereno. La tranquilidad que su novio le transmitía era sencillamente inexplicable, y él adoraba sentirse seguro a su lado.

〚3S〛❝ Abrazo de oso ❞ ┊ k.th + j.jkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora