Prólogo

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Narrador

Era un hermoso día en una gran ciudad donde la gente paseaba, trabajaba o iban de compras, bueno aunque algunos preferían dormir casi todo el día, como aquel omega peli morado que se encontraba durmiendo tan tranquilamente, asta que un mayordomo entró a su habitación para despertarlo.

Mayordomo: joven Mayo, despierte ya es hora de levantarse! -dijo con calma aquel hombre un poco mayor -

Mayo: Mgh... Solo cinco minutos mas~ -dijo con pereza mientras se acomodaba en la cama y se tapaba con la cobija dejando solo su cabello de fuera -

Mayordomo: joven Mayo, debe levantarse ya son las ocho de la mañana!

Mayo: es muy temprano~! -dijo sin siquiera moverse de su lugar -

Mayordomo: bueno estonses tendré que decirle a su madre que venga a levantarlo! -dijo para después reír un poco y luego irse pues solo lo dijo para espantar a Mayo para que se levantará -

Mayo: ahí no! -dijo para después levantarse de un brinco de la cama -

Después de levantarse fue al baño a hacer sus necesidades y a lavarse la cara y los dientes a y también para darse una ducha de paso, después de asearse se cambió y bajó a la cocina para desayunar.

Mayo: Buenos días señora camila! - saludo para después sentarse en la mesa -

Camila: Buenos días joven Mayo! -regreso el saludo con una sonrisa - aquí esta su desayuno, espero que le guste! -dijo para después poner un plato con comida y un vaso con jugo de naranja en la mesa -

Mayo: ho! Se ve delicioso muchas gracias señora camila! -dijo sonriendo a la mujer para después comer un bocado de su comida -

Después de desayunar Mayo desidio dar una vuelta por el patio de su hogar para poder distraerse un rato.

La vida de Mayo párese una vida buena que cualquiera quisiera tener una vida llena de lujoso y riquezas, pero ni con todo el dinero que la familia de Mayo tenía podían asegurar el bienestar de el, ya que Mayo no sólo era un omega si no que era un omega puro, cualquiera quisiera a un omega como el e incluso harían cualquier cosa con tal de poseerlo por eso mismo la familia de Mayo decidió que lo mejor sería que no saliera de su hogar que a pesar de ser demasiado espacioso ya tenia demasiado tiempo encerrado hay o más bien desde que tubo su primer celo que fue a los trese años, y que actualmente contaba con veinte años ya tenía ganas de salir y lo ara cueste lo que cueste.

En otro lugar.

Era una tarea muy calorosa en aquel pueblo, la gente se encontraba trabajando bajo en sol ardiente donde también se encontraba un joven alfa de ojos verdes cargado algunos costales con abono para unos cultivos, llevó los pesados costales a un señor ya grande de edad el cual se encontraba revisando su tractor para verificar que todo estuviera bien.

Víctor: aquí está el abono que me pidió señor! -dijo mientras dejaba los costales en el suelo para después soltar un suspiro de cansancio -

Don Juan: ok, muchas gracias Víctor si no fuera por ti no tendría abono para los cultivos! -dijo con una pequeña sonrisa - quieres algo de beber? debes estar sediento después de cargar esos pesados costales!

Víctor: si! con un vaso de agua es más que suficiente! -dijo mientras se limpiaba el sudor con un trapo -

Don Juan: está bien, en un momento regresó! -dijo para después dirigirse hacia su casa que se encontraba cerca -

Mientras el señor se iba Víctor aprovecho y se sentó en un tronco que se encontraba hay, quería tomar un pequeño descanso pues estuvo trabajando todo el día, quería tomarse unas vacaciones pero sabía que no podía pues tenía que comprar el medicamento para su hermano ya que se había quedado sin pastillas para el celo y ya faltaba poco para su próximo celo.

Pero por lo menos sabia que tenia la ayuda de su padre que al igual que el trabajaba duro para poder llevar algo de comer a la casa, tenían que dividir el trabajo para poder vivir decentemente incluso su hermano menor ayudaba en lo que podía, pero aún así tenía que cuidar a su hermano pues algunos alfas no tenían buenas intenciones, por suerte el era un alfa fuerte, amable y bueno, siempre cuidando a los demás incluso antes que a él mismo.

Don Juan: aquí está el agua! -dijo mientras le entregaba el vaso a Víctor -

Víctor: muchas gracias! -agradecido para después vever el agua rápidamente y regresar el vaso al señor - me tengo que ir a comprar el medicamento, gracias por el agua!

Don Juan: espera Víctor! -dijo deteniendo a Víctor - toma este dinero, como pago por el trabajo que hiciste! -dijo para después darle algunos billetes -

Víctor: Gracias señor! -dijo para después tomar el dinero y guardarlo en su bolsillo - nos vemos luego! -dijo para después correr hacia una pequeña farmacia que se encontraba un poco lejos -

Después de correr algunos minutos por fin llegó al lugar, compró las pastillas y se sentó en una banca que estaba debajo de un árbol a descansar después de correr tanto.

Pero lamentablemente su descanso duró poco pues recibió una llamada de su padre en su teléfono algo viejo pero funcional.

Víctor: que pasa papá? -contestó algo agitado aún -

Timba: Víctor ya tienes las pastillas? -pregunto al otro lado de la llamada aunque su voz se le escuchaba rara como si le estuvieran tapando la nariz -

Víctor: si ya las tengo! Mmm que pasa papá por que suenas raro? -pregunto algo preocupado -

Timba: ven rápido tu hermano ya entro en celo y huele en toda la casa!!! -dijo algo desesperado para después colgar -

Víctor suspiro y se levantó de la banca para después volver a correr hacia su casa.











Hooooooo, nueva historia :3

XD me acabo de dar cuenta de que en esta historia el flojo es Mayo o bueno no es flojo solo que ya tiene quien le aga las cosas.







Que clase? (Mayictor💜❤️) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora