𝓘 𝓷 𝓽 𝓻 𝓸 𝓭 𝓾 𝓬 𝓬 𝓲 𝓸 𝓷

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— — ...¿Donde están todos? -se asomó una pequeña niña con un vestido rosado hasta sus tobillos, la pequeña camino por los pasillos de el palacio mientras que detrás de ella, en sus manos había un hermoso dibujo que ella había hecho para el rey, la niña se detuvo al ver su reflejo en uno de los espejos más cercanos, con su mano derecha se peinó un poco mientras que su otra mano aún sostenía el dibujo sin intenciones de lastimarlo, ella sonrió muy emocionada por que le diría el rey sin embargo unos hombres pasaron cerca de ella provocando que ella se distrajera y su curiosidad la invadiera, ella los siguió de manera discreta, mientras que ella los seguía, su semblante cambió a horrorizada al ver hombres en el suelo y sangre en las paredes, continuó con su camino asustada hasta llegar a un salón donde habitaba una flauta, una espada entre otras cosas-

La niña vestida de rosa se quedó parada tras ellos mientras que veía como ellos asesinaban a los hombres quienes protegían al rey, el rey por otro lado observó a su alrededor algo asustado de ver lo que pasaba mientras que un hombre le apuntaba, el rey detuvo su vista al ver a la niña quien no entendía que estaba pasando, Justo en ese momento entró él traidor, Lee Rim.

——Eres tu... -apartó la vista de la niña y miró a su hermano-

— —Ellos están conmigo, majestad. -se acercó a sus hombres quienes aún apuntaban-

— —Hermano, ¿Que estás haciendo? -con su mirada trató de revelarle quien estaba observando pero su hermano mayor no prestó atención y solo río sarcásticamente mientras que liberaba un suspiro-

— —No me digas que...-miró a su derecha e izquierda- no sabes lo que haré -volvió a mirarlo-

— —Recapacita, hermano, deja esa espada -volvió nuevamente a mirar tras él pero su hermano aún no volteaba a ver quien observaba todo- Eso es traición y lo sabes -volvió a mirarlo-

— — Para ti, tal vez sea solo traición. -desnudó la espada rápidamente- pero...obtendré algo aún más grande con esta espada -admiró la espada-

— — ¿Que deseas como para matar por ello? -el rey levantó su voz con enojo- ¿No temes el castigo de los cielos? -su hermano dejó de observar la espada y dio unos pasos adelante, subió las escaleras dejando manchas de sangre gracias a sus zapatos y se le acercó a su hermano-

— — ¿El castigo? No, me convertiré en el ser que castiga desde los cielos. Su majestad. -la niña comenzó a negar dando unos pasos atrás-

La niña dejó de retroceder gracias a la pared, el traidor mató al rey con la espada, la niña por otro lado dejó caer su dibujo paralizada mientras que el rey la observaba, esa mirada de el rey nunca la podrá olvidar. Lee Rim había terminado con su hermano, la niña se tapó la cara con sus pequeñas manos llena de terror y se arrodilló en el suelo mientras que Lee Rim dejaba caer la espada y se acercaba a la flauta

El príncipe tomó la flauta lentamente, por otro lado la pequeña seguía paralizada en el suelo, un niño se le acercó con preocupación pero ella no se permitía moverse, el Niño miró a su derecha y vio lo que estaba pasando, con sus pies manchados se acercó, finalmente el traidor volteó y vió a la niña en el suelo y al Niño acercándose

— —Hana... -la mencionó con el ceño fruncido- ¿cuanto llevas allí?

— —¡PAPÁ! -el Niño subió las escaleras ignorando al príncipe y se acercó a su padre quien estaba en el suelo aún y ya no se movería más- ¡Papá! ¡Papá! ¡Papá! -comenzó a tocarlo y sacudirlo pero ya este no se movía- Papá -comenzó a llorar mientras que el traidor observaba al Niño sin expresión alguna-

𝖀𝖓 𝖆𝖒𝖔𝖗 𝖘𝖊𝖌𝖚𝖗𝖔 (El rey eterno monarca) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora