Quererte Más Que A Mi

"Manada"

La mañana siguiente el primero en despertar, como todas las mañanas, fue Jiang Cheng y, al igual que todas las mañanas, el aroma de la persona a su lado le hizo sentir seguridad.

Sin muchas ganas se levantó y comenzó a preparar lo que se pondría el y su hermano. Le dolía el estómago, sus brazos estaban a nada de acalambrarse y tenía un nuevo moretón en su mejilla izquierda y en varias partes de su torso.

En el tocador tenía un frasco con un ungüento, "Cosa mágica" le decía Wei Ying. Había muy poco ya, y las plantas medicinales estaban un tanto marchitas por la temporada.

Con un suspiro se resigno a sufrir un poco, no era como si no lo hubiera hecho antes.

Se vendo el abdomen que era lo que más le dolía y se vistió como era debido.

Su tocador tenía algunos productos de maquillaje que su hermana le había comprado creyendo que le gustaba verse femenino cuando nadie lo veía.

Si le gustaba, pero el propósito principal era ocultar esos feos moretones que le terminaban dejando sus padres.

Con cuidado mezclo los maquillajes cremosos y en polvo que tenía hasta dar con su tono de piel y comenzó a cubrir el moretón de su mejilla y la partes rojas que tenía al rededor de sus ojos por frotarlos tantos al intentar no llorar.

Al terminar miro indeciso un frasco que contenia papeles de seda entintados en color melocotón para pintar sus labios.

¿Qué tan malo sería darle un toque de vida a sus palidos labios?

Los discípulos de la secta ya lo habían visto con con eso y más. Cualquiera en Yummeng sabía que el heredero de los Jiang se veía hermoso cuando se maquillan con un toque de rubor que le hacían ver adorable, brillo en los labios que lograba hacerlos aún más apetecibles para cualquiera, delineados discretos que hacían ver sus ojos un poco más grandes dándole una apariencia un tanto curiosa y aniñada.

¿Los líderes y discípulos de las otras sectas también serían discretos? ¿Lo mirarían mal y perdería respeto ante aquellos hombres tan masculinos? Estaba seguro que los líderes Lan Y Nie no dirían nada. ¿Pero que había de los discípulos? ¿El líder Jin se burlaría de él?

Si no fuera un heredero tal vez podría pero...

-Me gusta ese pero me gusta más como se te ve este -su hermano se sentó a su lado en el banco y le mostró un frasco del mismo tamaño pero que este contenia papeles en color fresa.

No noto cuando su hermano se levantó pero parecía que había estado un largo rato mirando indeciso en frasco abierto.

Suspiro antes de negar -Tal vez después. Hay que darnos prisa para poder hablar con los líderes antes de su partida. -intento levantarse pero Wei Ying lo volvió a sentar.

-Unos minutos no le harán daño a a nadie, además parece que no has notado que hace poco salió el sol. No deben pasar de las 8:30.

Miro hacia la ventana y se sorprendió de la posición del sol. No sé pregunto qué hora era cuando despertó, solo miro que ya había la suficiente luz para maniobrar sin velas.

Wei Ying tomo un papel de seda entintado y lo espero a que Jiang Cheng abriera los labios para ponerlo entre ellos y comenzará moverlos para colorearse.

-Este color te hace ver menos pálido y combina mucho con el entorno que hay en Muelle. Cuando viajemos a La Profundidad de las Nubes entonces podrás ponerte el más claro, te verás como un dios entre la nieve que hay en invierno.

Dejó el papel de lado y tomo el rubor para aplicar de manera cuidadosa y muy ligera en las mejillas del chico.

-Cuando comenzamos con esto, la primera vez que lo intente y te pedí ayuda, pensé que lo odiabas. Yo creía que lo hacías porque te lo había pedido y casi en contra de tu voluntad. Ahora que te veo tan concentrado puedo asegurar que te encanta hacer esto.