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Nivel O1

Todo ocurrió tan rápido.

Los cuatro chicos se levantaron del suelo en medio de su estupor, y Kitty Gang de inmediato desenvainó su katana y desenfundó su pistola, apuntándoles con ambas al mismo tiempo en una posición de dioses que le hacía ver tan malditamente intimidante, una completamente ensayada, como si la hubiera aprendido antes que caminar.

—Oh mierda...— masculló tembloroso Taehyung cuando la boquilla de la pistola le apuntó directamente.

Seok y Min se apresuraron a colocarse enfrente de los dos menores. El mayor colocando su brazo sobre el torso del pálido a pesar de que se mantenían lado a lado, empeñado en querer protegerle.

—¿Cómo carajos saben mi nombre? ¿Dónde estoy? ¿Quiénes son ustedes?— exigió saber el armado, temblando en su sitio por el esfuerzo sobre humano que estaba haciendo para no dejarse caer al suelo por sus heridas, y sudando frío, completamente a la defensiva y alerta.

—N-Nosotros somos Jungkook, Seokjin, Taehyung y Yoongi— habló el pelinegro rápidamente y nervioso, señalando a cada uno e incluso a sí mismo.—Estamos e-en, en el departamento de Seokjin y Taehyung, ellos son hermanos, s-sí.

—¿Qué hay de mi nombre?

—Es algo muy difícil de explicar, créeme.

El pelirrosa retiró el seguro de su GX4, respirando cada vez más rápido y pesado.—Respuesta incorrecta.

—Jimin, e-escúchame, la situación es demasiado complicada de explicar, cómo no tienes idea... n-ni si quiera puedo entender qué está pasando— Yoongi soltó una risita demasiado nerviosa, alzando su mano derecha en tanto daba dos pasos vacilantes hacia el frente, manteniendo zurda alejando a sus amigos.—Estoy hasta borracho... lo estamos— confesó.—P-Pero en serio necesito que bajes tus armas, ¿sí? e-estás, estás sangrando, estas sangrando mucho y te encuentras muy herido... y, y mi amigo Seokjin hyung tiene hematofobia, así que sería de mucha ayuda que nos dejaras auxiliarte en tus heridas antes de que se desmaye o sufra un ataque de pánico.

El otro chico se mantuvo reacio, empuñando con más fuerza sus armas y mordiéndose los labios mientras intentaba no dejarse caer de rodillas. Mierda, tenía una maldita bala en el muslo izquierdo y otra en el hombro derecho.

—No confías en nosotros y, ¡y está bien! N-no tienes que hacerlo, pero de verdad baja ya esas cosas— rogó Yoongi con el cuerpo temblando, dando otros dos pasos.—En este lugar nadie te hará nada, ¡nadie te busca ni te persigue! Y de todos nosotros eres el único que puede hacer daño a los demás, ¿o-okay? Por favor.

Kitty observó a los otros tres chicos, muertos de miedo. El pelirrojo de verdad se le veía muy mal, en cualquier momento se desplomaría. Podía ver cómo apretaba su mano en torno a la del pelimorado, tan fuerte que la sangre era escasa y su piel se veía blanquecina. Eran los hermanos.

Miró a Yoongi, el miedo en su mirada, pero la decisión de proteger a los suyos, el sudor bajando por su frente, y cómo trataba de mantenerse sereno.

No eran malas personas, no eran ese tipo de gente, podía verlo.

Así que lentamente, en medio de temblores, fue bajando sus armas, pero aún desconfiado. Guardó su pistola primero en el soporte que tenía en su espalda baja, y luego su katana al final en la funda que llevaba apoyada en su espalda.

—Gracias— murmuró el pálido, aún sin bajar su mano derecha, acercándose ahora cuatro pasos, pero siendo cuidadoso. Yoongi sabía de lo que era capaz Jimin aún sin estar armado.

Sin embargo, apenas quiso dar el quinto paso, tuvo que detenerse, pues el de labios pomposos no soportó más y se dejó caer encima de su cuerpo, con su mano izquierda aferrándose fuerte a su ropa, tratando de sostenerse torpemente mientras gruñía de dolor.