F r i e n d s _ [Omegaverse]

3•

La noche empezaba a caer lentamente sobre la ciudad, el sol se despedía para regresar al siguiente día, y en las calles ajetreadas por ser un día de inicio se semana, la gente iba y venía de sus trabajos y otras a recién empezar turnos, después de todo la vida es así, imparable.

Un rubio de irises doradas caminaba recién directo hacia su casa, luego de que el transporte lo dejase en la universidad y se despidiera de Shinso y sus demás compañeros y amigos de la carrera, se dispuso a pasar por una tienda de discos de esos grandes y redondos antiguos, de vinilos para los conocedores. Hacia tiempo que había encargado uno pues este no se encontraba en la tienda, por lo que uno de los empleados le sugirió apartarselo y llamarle si en algún momento les llegaba una nueva carga y entre esta se encontraba el que buscaba.

Pues gracias a todos los santos el día esperado llegó, ahora tenía el disco entre sus manos después de esperar por casi 3 horas, y esque había un problema de tecnicismo por así decirlo. Resulta que otro empleado iba a venderle el disco a otro cliente sin saber que este ya había sido apartado, entonces se armo una batalla epica entre el ojidorado, el empleado y el otro comprador; eso hasta que llegó al fin el joven que llamó al rubio y explicó la situación.

Así que Kaminari Denki se encontraba a las 7:30 pm caminando por las calles gracias a aquel mal rato, pero su disco lo valía por completo!

Aunque tenía que admitir que tenía un poco de miedo, el hecho de ser un Omega ya se la ponía difícil el andar a tales horas y solo. En un principio quiso llamar a alguno de sus amigos, pero se dió cuenta que la carga no era suficiente, es decir, su teléfono no permitía hacer llamadas por la carga baja. Entonces maldijo a Shinso, seguramente hizo algo con su celular que terminó agotando su batería.

Se encuentra tan concentrado en sus pensamientos que al llegar a la estación de autobuses no nota cuando este empieza a irse sin él, alterado grita para que se detenga, pero el conductor parece no escucharle y sigue su camino hasta perderse entre la carretera y dejar al rubio en la estación.

_Esto no me puede estar pasando.... - exclama con una cara de infarto, el reloj ya va para las 8pm y el último autobús lo acaba de dejar, el subterráneo a esa hora era bastante peligroso más en su condición...¿Qué podía hacer?

Se sentó en la banca de la estación abrazando sus cosas con una expresión consternada. Empezaría a desesperarse y a liberar feromonas de preocupación que molestarian a los transeúntes si no encontraba una pronta solución.

_Vamos Denki, respira...no empeores las cosas con tus asquerosas feromonas.. - se dice así mismo entre susurros.

_Hey, niño...estás perdido? - dice una voz un tanto grave, una voz algo...conocida?

Al rubio se le heló la sangre al escuchar aquella voz, sus ojos se cristalizaron un poco y volteó a ver al sujeto.

_Kirishima-sama... - nombró con las esperanzas hasta el cielo y regresandole el alma a su cuerpo.

El hombre de mayor edad y cabello azabache le sonríe cordialmente y le señala su auto estacionado al otro lado de la calle.

_Pasaba de camino a casa y vi a un jovencito que me pareció conocido, me detuve para confirmarlo y ¡Bingo! - ríe como el señor animoso que es y camina guiando al amigo de su único hijo.

_¡No sabe cuanto me alegra encontrarlo! No tengo batería para hacer llamadas, el autobús me abandonó y el subterráneo a esta hora es demasiado peligroso para un....usted sabe- explica, diciendo lo último en tono desanimado. Detestaba tener inseguridades por el simple hecho de ser omega.

_En ese caso no fue tan malo aceptar esa salida con mis colegas - volvió a reír contagiando al ojidorado, quien prestaba más atención al camino que recorrían por la ventana, ya se sentía a salvo - te llevo a tu casa o dormirás con Eijirō?