Capítulo Tres.

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"Una noche en el infierno"

Narra Andrés.

El timbre del celular con la bonita canción de Sex on Fire inicio a sonar a las 7:00 am, me dolía la cabeza, las piernas y el corazón. Había puesto el despertador dos horas más tarde, hoy no saldría a correr iría directo a la universidad. No había hablado con July  y extrañamente tampoco tenía ganas de hacerlo. Creo que tenía suficiente de ella a lo mejor era hora de aceptar que debía de dejarla ir. Me di una ducha y me puse una camiseta verde con unos  vaqueros en tono gris, tenía clase temprano, la ingeniería no era fácil y justo por eso deseaba estudiarla. Eran las 7:30 seguro Emily ya estaría despierta, tomé mi celular y marqué su número... Pero sonó el timbre de mi casa. Seguro Emily vino a ver que estuviera bien, abrí y ahí estaba ella, con sus zapatos altos y falda corta, con su cabello perfectamente peinado en una coleta alta y sus labios bien marcados en un tono rosa... Ella la chica a la que yo llamaba novia, ella July, mi pedazo de utopía.

-Dormilón- dijo con una sonrisa.

-Hermosa- respondí con una sonrisa igual.

-¿Puedo entrar?- ¿Cómo unos ojos así podían mentirme? ¿Cómo una chica así podía romper mi corazón?

-Claro, pasa

Ella entro, me dio un beso y colgó su chaqueta café en el perchero de la entrada, se dirigió a la cocina y sirvió dos tazas de café.

-¿Por qué no has llamado?- Dijo July.

-¿Donde estabas ayer en la tarde?

-Con mi madre, de compras

-Creí haberte visto, con Carlos

-¿Carlos? Tengo semanas sin verlo.

-Pensé que se llevaban bien.

-Le hablo porque es tu amigo.

-Quizá lo es.

-En fin- dijo mirándome por primera vez a los ojos, nunca se veía nerviosa, ni cuando mentía.- ¿Vas a la U? ¿Me llevas?- me agarró del cuello y me beso en la boca, ella era mi chica.

-Está bien hermosa, vamos.

Tomé las llaves y el chaleco de July y salimos, encendí el coche, un auto sencillo mi regalo por mi cumpleaños 19 un Mazda 3 color gris. Cuando llegamos a la universidad me di cuenta no llevaba mi celular y faltaban tres minutos para la primera clase... Tendría que pasar todo el día sin saber de Emily... Sería un día bastante largo. Me despedí de July y me dirigí a mi salón.

...

Narra Emily.

Genial. El edificio era enorme y frío, paredes blancas y cerámica color hueso, parecía un hospital y hacia más frío que en el noveno círculo del infierno.

Tenía tres horas de estar esperando a la licenciada que realizaría mi entrevista y ya había leído la mitad de las revistas antiguas del recibidor.

-Señorita Castro -Dijo una mujer alta con moño y traje -Puede pasar ya, la licenciada Ortíz la está esperando.

«Al fin» pensé pero no dije nada, me levanté de mi incómodo asiento y me dirigí a la oficina, toque dos veces y entré.

-Buenos días, licenciada venía por la entrevista para la beca internacional.

-Sé a que viene, siéntese.- dijo la mujer sin verme, tenía unas pequeñas gafas y una manos fijas en el teclado de su ordenador. -¿Está lista? Bueno supongo que sí. ¿Que la hace merecedora de una beca internacional?

-Uhm... Bueno llevó los promedios entre los más altos de mi clase, me apasiona el estudio y mi único obstáculo es el dinero co..

-Esas son cosas triviales. Mucha gente tiene promedios altos y aun así no merecen una beca. ¿Por qué medicina? Veo que tiene notas más elevadas en las materias relacionadas a los números ¿Por qué no una ingeniería?

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⏰ Última actualización: Apr 20, 2015 ⏰

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