Aroma sabor a mafia.#1 [+21]

Capitulo 7. En la mira

Ronan:

–Todos atentos a mi señal, nada puede salir mal.

Tenía al viceministro de malasia en la mira mientras mis hombres tenían rodeados a su seguridad.

Ese maldito creía que se iba a burlar de mi pero estaba muy equivocado, se veía a leguas que no sabía quien era yo.

–Objetivo en la mira señor.

–Carlos enfócate en su mujer, no quiero fallas.

–A la orden señor.

El viceministro se posicionó detrás del podio mientras comenzaba con su discurso de mierda.

–Hoy estábamos aquí para conmemorar a los héroes caídos en la guerra contra los japoneses–tomó un respiro y continuó–este país es nuestro y nadie podrá arrebatárnoslo.

–Francotirador en el área sur listo para atacar señor.

Ya casi...

La mujer del viceministro se posicionó a su lado dándole apoyo mientras todos hicieron un minuto de silencio por los fallecidos.

–Ahora–ladre.

Y eso fue todo para que comenzara el caos, primero cayó el viceministro y luego su esposa, para luego seguir una secuencia de ocho personas.

Todos gritaban tratando de esconderse lo mejor que podían.

Río de sangre era todo lo que se veía.

–Señor la hija del viceministro esta aquí ¿acabamos con ella también?–pregunto Palermo.

Carlos me miro desde su posición con los ojos escépticos.

El era militar y eso tipos de cosas no le gustaban, pero sabía  que no diría nada al respecto. El nunca opinaba sólo cumplía.

Gire la cabeza hasta la niña con facciones asiáticas escondida en un rincón mientras los seguridad trataban de protegerla.

Sus manos estaban en su boca mientras trataba de contener el llanto pero eso no me inmutó.

Y tome mi decisión...

–Retírense, la misión está completa.

–Como ordene señor.

Hoy era su día de suerte.

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–Hoy celebramos por la muerte de nuestro enemigos–alzó la copa Jared –que todas sepan que nadie se mete con la bratva y queda vivo para contarlo.

–Por la bratva—levante mi copa.

–¡Por la bratva!–gritaron al unísono.

–Quiero que escuchen con atención, la siguiente misión será en un mes y necesito a todos alerta–me senté–la mafia rusa está en asenso y seguirá así si nos comprometemos.

–como ordene señor.

El golpe que di hoy fue fuerte pero no suficiente, necesitaba acabar con el presidente de Nigeria y eso iba hacer un más complicado.

Aunque no imposible, al menos no para mi.

Después de la celebración invitamos algunas mujeres que estarían en un proyecto que tenía en mente y todas se veían de calidad y sobre todo calientes y dispuestas a tus necesidades.

Comencé a pasar mi vista con el local hasta sentarme detrás.

Hoy había un show de disfraces y todos mis hombres estaban emocionados. Yo por otro lado no podía ver algo que me gustara aún.