un fantasma en el más allá

Capítulo 1. Estoy muerto

Es esa época del año en que amanece temprano y se hace de noche más antes.
Miraba hipnotizado las nubes en el cielo.
Maravillado como pasan lentamente pero recorren largas distancias en un instante.
El cielo poco a poco, casi de manera imperceptible cambia de color, pasa de azul a naranja y luego pasa a rojo, mientras que el sol tímidamente se esconde en el horizonte.

- ¡hey vagabundo! Despierta no estés despistado ya casi es hora de trabajar.

Me llamaba un tipo de mediana edad con una expresión sería y me miraba extrañado.

- jeje ya va Nikki.

- ¿Que piensas tanto?

- nada bro, es sólo que aveces me pongo a pensar en la vida y que propósito hay, la muerte y esas cosas, siempre me da intriga y temor.

- jaja este loco, si yo también me e preguntado eso.

- ¿ Y que piensas?

- pues la vida sigue, trata de disfrutar lo que tienes y seguir adelante pero bueno es mejor que vayas a trabajar.

Le doy una sonrisa en acuerdo; paso por la puerta y miro el interior de la casa, está todo ordenado de manera sencilla y limpia, la alfombra estaba en medio de la sala con varias mesas y decoraciones, miro un poco a los alrededores varios cuadros adornan las paredes, sigo mi camino sin prestar tanta atención y subo las escaleras, tocó la puerta y al otro lado se escucha una voz muy amable que me dice que siga.
Muevo el picaporte y entro a la oficina hay estaba una mujer joven con una amable sonrisa en su cara.

Esa era Elizabeth mi jefa, estaba manejando varios papeles que hacían una montaña, se le veía algo cansada por el trabajo, pasó por la cafetera y le sirvo un vaso de café, ella lo recibe agradecida.

- bueno, jefa para que soy bueno.

Ella me mira seriamente y con un suspiro dice.

- necesito que vayas con Camí y manejes la discoteca esta semana, quiero que Camí sirva de dj y tú te encargues de barman, pero porfavor no hagan un desastre como la última vez todavía estoy manejando papeleo por eso.

- vale jefa pero no fue nuestra culpa, esos tipos vinieron a causar problemas y teníamos que hacer algo.

Ella mira furiosa.

- si pero con golpearlos un poco estaba bien, pero no tenían que romperles las piernas.

- pero jefa se estaban metiendo contigo y no lo Hiba a aguantar.

Ella suelta un suspiro

- bueno, cuando Camí y tú siempre que se reúnen siempre hacen un desastre, pero no puedo mover más personal en este momento, ve y no hagas problemas.

- bueno jefa dalo por hecho

Le di una gran sonrisa y salí de la oficina.

Ella tomó el café y suelta una sonrisa; hay estos tipos, pero siguen siendo buenos jeje.

Más tarde esa noche, después de estacionar, era un bonito carro negro no muy rápido pero muy útil.

Entre a la discoteca las luces alumbraban y iluminaban la calle, era una zona rosa pero está discoteca resaltaba más que el resto, las puertas estaban cerradas, me acerco al lugar y escucho un saludo.

- hey, vagabundo bro, que pasó.

Me saludo un tipo rubio con una sonrisa pícara, era rubio algo bajo pero con un aspecto bastante confiable.

- hey Camí bro.

El se acerca y cambio la mano de una palma a un puño y me lo apunto a la cara lo esquive apenas y le mandé una patada y el la defendió ambos dimos una sonrisa.